A pesar de ser uno de los depredadores más feroces de la Prehistoria, poco se sabe sobre cómo era un bebé de Tiranosaurio rex. Aquí te explicamos porqué.
Venir de un linaje de dinosaurios feroces debe de ser empoderador. Más aún si tus padres, hermanos, tíos y amigos encabezan la cadena alimenticia del mundo en el que vives. Así es: un bebé de Tiranosaurio rex posiblemente tenía la vida resuelta en la Tierra durante la Prehistoria —si lograba sobrevivir los primeros años de vida.
A pesar de que la especie es una de las más estudiadas de dinosaurios, poco se conoce sobre cómo eran sus crías, o cuál era la relación que las madres guardaban con ellas. Ésta es la razón.
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¿Qué características tiene un Tiranosaurio rex?
Los Tiranosaurios rex habitaron Norteamérica durante el periodo Cretácico: un espacio de tiempo en la Prehistoria que se caracterizó por el dominio de los dinosaurios. Por ello, algunos de los fósiles más completos —y más grandes— de T. Rex que existen se han encontrado en Estados Unidos, particularmente en el estado norte de Montana.
De patas traseras fornidas, mandíbulas poderosas y colmillos de hasta 30 centímetros, los Tiranosaurios rex fueron los depredadores terrestres más feroces de la Prehistoria. Al llegar a la adultez, podía medir hasta 13 metros de largo y 4 de alto, como la mitad de una cancha de tenis.
El primer descubrimiento de T. Rex registrado fue en 1902, justamente en Montana, por el paleontólogo Barnum Brown. Por su parte, el AMNH 5027 es el primer ejemplar que se exhibió al público en la historia, justamente en el Museo de Historia Natural de Nueva York. Después de eso, se convirtió en uno de los más famosos del mundo. Por ello, ha moldeado la idea colectiva de qué fue la especie.
Al nacer, es probable que los Tiranosaurios rex bebé fueran esponjosos. Así como los pájaros bebés, explica el investigador del museo Mike Novacek, desarrollarían plumas. Aunque no es el prototipo que típicamente tenemos del dinosaurio —que en el imaginario colectivo se parece más como a una lagartija feroz—, lo más probable es que fueran animales emplumados.
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¿Es posible saber cómo era un T-rex bebé?
Es difícil saber cómo se veían las crías de los dinosaurios. Más que nada, porque los restos que se han encontrado alrededor del mundo están en un muy mal estado de conservación, y los huevos sin eclosionar que se han encontrado rara vez tienen embriones rescatables. Sin embargo, en cuanto a cómo era un Tiranosaurio rex bebé, sí sabemos generalidades.
De acuerdo con el Museo de Historia Natural de Nueva York (EEUU), un Tiranosaurio rex bebé podía ganar hasta 65 kilos de peso al mes. Ciertamente, una barbaridad para una cría que recién está conociendo el mundo. Para cuando alcanzaba la veintena, estos animales prehistóricos ya pesaban entre 6 y 9 toneladas.
Y no es de sorprenderse, explica la institución, ya que es «uno de los dinosaurios terópodos más grandes que jamás haya existido.»
El problema, de acuerdo con los investigadores, es que al menos el 60 % de los ejemplares morían antes de cumplir un año. Por ello, también, conservar el fósil de un Tiranosaurio rex bebé es complicado. El único caso registrado que se tiene hasta el momento se descubrió en enero de 2021, en Montana (qué sorpresa).
En la ciudad de Alberta, paleontólogos de la universidad local encontraron la mandíbula de un espécimen joven. A partir de la datación realizada, parece ser que vivió hace 71.5 millones de años. Más allá de eso, se sabe muy poco sobre las crías de T. Rex. La búsqueda de pistas continúa.
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