El nopal ha acompañado a los mexicanos desde hace, al menos, 20 mil años. Hoy en día, es una planta emblema del país
El uso y tradición del nopal han acompañado a los habitantes del actual territorio mexicano desde tiempos remotos. Hace 20 mil años, cuando los primeros seres humanos nómadas llegaron a la cuenca de México, varios géneros de cactos pasaron a convertirse en fuente básica de la alimentación. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) apunta, en este mismo sentido, que del nopal son los registros más antiguos.
La domesticación del nopal tomó años para su desarrollo. La entidad recién citada menciona que ésta ocurrió, aproximadamente, hace 9 mil años. Ya en ese entonces, los chichimecas tenían a esta planta, junto al maíz, el frijol y el maguey, como uno de sus principales alimentos.
Se puede decir con facilidad que el nopal se ha adaptado, exitosamente, al desarrollo cultural, histórico y económico del país. En tiempos prehispánicos, los usos de la planta eran ya bastante explorados. Además, la trascendencia de dicha cactácea reside, de igual modo, en la fundación de la capital del imperio azteca. A tal punto, que milenios más tarde se ganó un lugar en el Escudo Nacional de México.
En efecto, la leyenda cuenta que los aztecas estaban en búsqueda del lugar para levantar su gran capital. Para señalar este sitio, el dios, Huitzilopochtli (deidad de la guerra), les hizo saber que, donde encontraran a un águila devorando a una serpiente, sería la tierra indicada. Los mexicas hallaron lo deseado, ocurriendo sobre una nopalera. Esta imagen es la que hoy sirve de emblema a México.
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Actualmente, el nopal es uno de los recursos de la flora mexicana que más aporta a la economía; los ingresos anuales llegan a superar los 2 mil millones de pesos. En este aspecto, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) señala que las propiedades químicas, ecológicas, nutritivas, medicinales y simbólicas, del nopal, hacen que éste sea uno de los vegételas de mayor importancia en las zonas áridas y semiáridas de México.
La histórica y emblemática planta de México
El nombre que recibe esta planta, al día de hoy, es una derivación de los españoles de la voz náhuatl, nohpalli. Fueron los chichimecas quienes llamaron de esta forma a la icónica cactácea. Luego de la clasificación científica, se sabe que el nopal corresponde al género Opuntia.
La CONABIO explica que existen hasta 220 especies de este tipo de planta, la cual es, a su vez, originaria del continente americano. No obstante, se calcula que entre 60 y 90 variedades pueden ser encontradas en México.
La descripción del nopal, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (ONUAA), es la de una planta suculenta que puede alcanzar una altura de entre 1.5 y 3 metros de altura. Los tallos son aplanados y de color verde grisáceo, mientras que las flores son amarillas. La reproducción, por otra parte, se puede dar de dos formas: a través de semillas o gracias a la propagación vegetativa de tallos desprendidos.
La distribución geográfica del género Opuntia abarca todo el continente americano. En México, la mayor diversidad puede ser hallada en el noroeste, el Bajío, el Eje Neovolcánico, el valle de Tehuacán-Cuicatlán y el centro y norte del Altiplano. Adicionalmente, cabe destacar que el nopal alcanzó territorios del Mediterráneo, luego de los efectos de la conquista española.
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Una virtud del nopal es que puede desarrollarse y sobrevivir a variadas condiciones. Crece al nivel del mar, pero también en elevaciones de hasta 4 mil 700 metros. Algunas especies, de climas áridos y semiáridos, han evolucionado para adaptarse a las condiciones más adversas.
La riqueza del nopal
Como muchas otras plantas, el nopal por sí mismo tiene frutos aprovechables. En este caso, se habla de la tuna y el xoconostle. Sin embargo, esto no es todo: la grana cochinilla es un insecto que, normalmente, habita en esta planta y, desde tiempos prehispánicos, ha sido utilizado para obtener un pigmento rojo.
El papel alimenticio que tiene el nopal no es asunto menor. Como vegetal, es ampliamente consumido, siendo elemento básico de la dieta mexicana. Es rico en fibra y pectinas, motivos que hacen de esta planta un recurso valioso para controlar los niveles de azúcar en la sangre. Se ha comprobado, también, que el nopal tiene propiedades antivirales y puede combatir el colesterol.
Varias investigaciones mexicanas se han dado a la tarea de conocer mejor los alcances que tienen las propiedades del nopal. Éstas han logrado dar más usos a la planta, de forma que, en la actualidad, se pueden obtener diferentes compuestos químicos que permiten la elaboración de licores, aceites comestibles, jugos y más productos.
La importancia ecológica del nopal radica, en buena parte, en la estabilidad y regeneración del suelo, sin contar que es de los pocos miembros de la flora del desierto. Al mismo tiempo, la planta sirve de alimento a muchos mamíferos y otros animales que también la ocupan como refugio.
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