Cada individuo de esta especie tiene una voz diferente

Un estudio, que registró más de 5 mil vocalizaciones, ha demostrado que cada ejemplar de la cotorra argentina tiene una voz diferente.

La huella vocal es la forma en que se denominó al hecho de que cada persona tenga una voz diferente. En nuestro caso, resulta muy evidente esa distinción. Sin embargo, los científicos han identificado que en el reino animal, además de los humanos, otros seres gozan de este sello. Ese es el caso de la cotorra argentina (Myiopsitta monachus).

Esta ave, originaria de Sudamérica, ha sido reportada como una especie invasora, desde hace casi 50 años, en Barcelona. Entre otras cosas, esto pone de manifiesto que el animal cuenta con una sorprendente capacidad de adaptación.

De las cerca de cinco décadas de la presencia de cotorras argentinas en Barcelona, las últimas dos se han aprovechado para una investigación del Museo de Ciencias Naturales de la ciudad. En ella se ha estado monitoreando el comportamiento de hasta 3 mil ejemplares.

Ahora, gracias a los antecedentes brindados por el trabajo mencionado, expertos del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal (MPI-AB) y del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona realizaron un estudio en el que se pone en evidencia que cada individuo de la cotorra argentina tiene su propia huella vocal. El artículo que constata los hallazgos fue publicado en Royal Society Open Science.

Voces únicas

Para llegar a este conocimiento, Simeon Smeele, primer autor del trabajo, y el equipo de científicos marcaron a 59 adultos de la especie. Anteriormente ya se había hecho lo mismo con otros individuos.

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El grupo de investigación recurrió a micrófonos para grabar a las cotorras y logró registrar 5 mil 599 vocalizaciones. Vale decir que este es el mayor estudio de marcación de loros salvajes que se ha hecho hasta el momento.

El desarrollo fue complementado con modelos destinados a detectar qué tan reconocibles eran los individuos en cado uno de los distintos tipos de llamadas que emiten.

Para el caso, fue en la “llamada de contacto”, la que utilizan las aves para transmitir su identidad, en donde los investigadores encontraron una alta variabilidad.

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Luego, se recurrió a un modelo de aprendizaje automático, frecuente en el reconocimiento de la voz humana, que detecta la identidad del hablante a partir del tono. Tras varias pruebas, se comprobó que cada cotorra argentina tiene una voz diferente.

«Tiene sentido que las cotorras tengan una huella de voz subyacente», dice Simeon Smeele. «Es una solución elegante para un ave que cambia dinámicamente sus llamadas pero aún necesita ser reconocida en una bandada muy ruidosa».