Nuestra obsesión por la comida chatarra: ¿Es falta de voluntad o hay una adicción a la comida ultraprocesada?
Se ha comprobado, que la adicción a la comida ultraprocesada, como los dulces y las patatas fritas, puede llegar a ser tan fuerte como la adicción a los cigarros. Estos alimentos desencadenan antojos y consumo compulsivo, similar al tabaco y al alcohol.
Los expertos sugieren que la industria alimentaria ha aplicado estrategias de las grandes tabacaleras para mejorar el carácter adictivo de estos alimentos. Alrededor del 20 % de los adultos y el 15 % de los niños y adolescentes muestran signos de adicción a la comida ultraprocesada, que incluyen refrigerios envasados, comidas rápidas y bebidas azucaradas.
La naturaleza adictiva de estos alimentos proviene de su alto contenido en grasas, azúcar y sal, que combinados con potenciadores del sabor activan el sistema de recompensa del cerebro. Esto puede llevar a comportamientos como conducir largas distancias para satisfacer los antojos a pesar de sus impactos negativos en la salud. Esta adicción puede presentar síntomas de abstinencia, como dolores de cabeza e irritabilidad, cuando se suspenden estos alimentos.
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Efectos secundarios de la adicción a la comida ultraprocesada.
La cuestionante de que hay ciertas comidas que pueden conducir a conductas adictivas se ha plateado por décadas. Sin embargo, estudios recientes han comprobado que el sentimiento que experimenta el ser humano al consumir una comida ultraprocesada es parecida, pero menos intensa, a cuando un sujeto se autoadministra cocaina, simulando la actvidad en el sistema de recompensa de dopamina en su cerebro.
Un estudio por Gearhardt publicado en 2022 concluyo que la adicción a la comida ultraprocesada puede desencadenar comportamientos compulsivos. Esto debido a que la gratificación que los consumidores llegan a sentir produce puntuaciones de «euforia», similar a una inyección de nicotina en fumadores.
Sin embargo, por la composición compleja de la comida ultraprocesada, aún no se ha logrado concluir si es que todos los ingredientes o solo algunos, poseen estas propiedades adictivas.
Un riesgo para la salud
Un estudio hecho por Kevin D. Hall, Alexis Ayuketah, entre otros científicos, dividieron a un grupo de 20 personas a la mitad, a las que se les asignó al azar dietas ultraprocesadas o procesadas durante dos semanas y se les indicó que consumieran todo lo que quisieran. Como resultado final el grupo de alimentos ultraprocesados consumió 500 calorías más cada día.
Las investigaciones demostraron que el consumo de alimentos ultraprocesados están relacionados con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, obesidad y problemas de salud mental. Así como, un estudio publicado en mayo encontró niveles más altos de colesterol y glucosa no saludables en los niños que consumen con frecuencia estos alimentos.
Los esfuerzos para abordar esto incluyen llamados a obtener información nutricional más clara, etiquetas de advertencia y reducir la publicidad dirigida a los niños. La comida ultraprocesada tambien provoca que las personas consuman más de lo que consumirian en un dia.
Algunos sugieren tratar la adicción a estos alimentos con programas de apoyo y medicamentos que reduzcan los antojos. Sin embargo, los expertos creen que es necesaria una mayor concienciación y medidas regulatorias para abordar la adicción a los alimentos ultraprocesados.
Este texto fue escrito por Ana Laura Citalán Limón, periodista y comunicóloga apasionado por la vida silvestre, la política y la lectura. Colabora como redactora en National Geographic en Español.
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