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Día Mundial del Sueño: Por qué es importante tener un buen descanso

El Día Mundial del Sueño es una celebración y un llamado a la acción sobre cuestiones importantes asociadas a este proceso natural.

Uno de los placeres de la vida es, sin duda, dormir. El sueño es un proceso elemental para nuestra salud. Los desórdenes en su curso natural pueden ser factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades crónicas como obesidad, hipertensión, diabetes, depresión e, incluso, cáncer. Justamente, la conciencia sobre su importancia para mantener nuestro bienestar es una de las razones por las cuales tenemos el Día Mundial del Sueño.

Contrario a lo que pasa con otros días de celebración o conmemoración global, el Día Mundial del Sueño no tiene una fecha definida, pues el fin es que esta se dé el viernes previo al equinoccio de primavera. Por dicha razón, en 2024, el 15 de marzo es el momento.

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El Día Mundial del Sueño fue establecido por la Sociedad Mundial del Sueño (WSS, por sus siglas en inglés). Además de su carácter de celebración, este día está destinado a disminuir la carga que los problemas del sueño suponen para la sociedad mediante una mejor prevención y gestión de los trastornos que afectan al buen descanso.

¿Por qué es importante tener un buen descanso?

El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas inglés), apunta que el sueño es clave para la vida, ya que durante este nuestro organismo trabaja para mantener una función saludable en el cerebro y el resto del cuerpo. La entidad señala a los siguientes como los principales punto de importancia:

Corazón y sistema circulatorio

Cuando se duerme, la tensión arterial y la frecuencia cardíaca descienden. En ese momento el sistema parasimpático controla el cuerpo y el corazón no trabaja tanto como cuando se está despierto.

Producción de hormonas

La producción de hormonas está íntimamente relacionada con los patrones del sueño. Para que estas se produzcan a lo largo de todo el día, es importante tener un buen descanso.

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Metabolismo

La gestión de grasas también depende del sueño. Por ejemplo, los relojes circadianos se encargan de que el hígado esté preparado para ayudar a digerir las grasas a las horas adecuadas.