Los ejemplares fueron encontrados en 1941, y una identificación errónea los arrojó al anonimato.
Después de una errónea identificación y una permanencia de más de setenta años en cajones de un museo, un grupo de especímenes de aves recogidas en Colombia y Venezuela representa ahora una especie previamente desconocida, llamada Perijá Tapaculo (perijanus Scytalopus).
En un nuevo artículo publicado en The Auk: ?Ornithological Advances? (?Avances ornitológicos?), Jorge Avendaño, de la Universidad de los Llanos, y sus colegas, describen cómo el Perijá Tapaculo se distingue de otras aves de su género por su genética, apariencia, ecología y vocalizaciones.
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Los tapaculo son una familia mayoritariamente de pequeños pájaros cantores negros o de color marrón, que se encuentran en América del Sur y Central, y se alimentan de insectos en pastizales y la maleza del bosque. En 1941 y 1942, el ornitólogo Melbourne Carriker Jr. exploró la vertiente occidental de la Serranía del Perijá, en la frontera entre Colombia y Venezuela, donde recogió 27 ejemplares tapaculo y los envió al Instituto Smithsoniano. En ese entonces, fueron identificados equivocadamente como Scytalopus atratus nigricans, un ave similar que se encuentra en elevaciones más bajas, y en las décadas siguientes estos tapaculo de montaña superiores pasaron inadvertidos y sin estudiar.
En 2008 y 2009, sin embargo, se recogió una nueva serie de muestras y grabaciones de sonido en la misma región que Carriker visitó, y Avendaño y sus colegas pudieron llevar a cabo un análisis genético, así como estudiar la apariencia y los gritos de las aves.
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El recién nombrado Perijá Tapaculo es un pequeño pájaro con un vientre de color marrón claro, espalda gris y nuca café, y su canto y sus gritos son claramente diferentes de los de otros tapaculos. Su alto nivel de divergencia genética respecto de sus parientes más cercanos sugiere que su hábitat de alta montaña lo ha aislado de sus primos durante una importante cantidad de tiempo.
?Aunque se sabe que existieron dos especies en la Sierra de Perijá, es una sorpresa distinta que la forma elevacional superior difiera tanto como 8.9% respecto de sus parientes más cercanos", explica el experto en rinocríptidos Niels Krabbe. ?Esto subraya la importancia de la Sierra del Perijá como un centro evolutivo, y exige más estudios de su flora y fauna".
Lamentablemente, debido a la pérdida del hábitat en la región, esta nueva especie ya se encuentra en problemas.