La impresionante complejidad del alfabeto armenio consiguió que este sistema siguiera vigente después de 1600 años tras haber sido inventado.
El alfabeto armenio, creado hace aproximadamente 1600, es un asombroso hito en la historia de la escritura. A pesar de su antigüedad milenaria este sigue estando vigente. Por mucho tiempo su complejidad ha llamado la atención de miles de expertos y aficionados a la historia.
De acuerdo con Britannica, el alfabeto armenio es un sistema de 38 letras, de las cuales 31 son consonantes y 7 vocales. El teólogo y lingüista Mesrop Mashtots diseñó el alfabeto con la ayuda del sacerdote católico Isaac el Grande. Probablemente la principal inspiración de este innovador sistema fue el alfabeto pahlavi de Persia; sin embargo, también es clara una fuerte influencia griega.
«Aunque probablemente se basó en el alfabeto pahlavi, que a su vez era descendiente del alfabeto arameo, el alfabeto armenio muestra una influencia griega distintiva por la presencia de letras para vocales y en la dirección de la escritura (de izquierda a derecha)», señala Britannica.
Después de crear el alfabeto, Isaac el Grande fundó una escuela de traductores en Armenia y una de las primeras obras en ser traducidas al armenio fue la Biblia. Esto porque uno de los principales propósitos de este sistema era facilitar la unión entre el estado y la Iglesia. No es casualidad que actualmente la gran mayoría de la población armenia practique el cristianismo.
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La indeleble historia linguística de Armenia
Contrario a otros sistemas de escritura milenarios, el alfabeto armenio se conserva perfectamente. De acuerdo con BBC, el sistema de escritura es motivo de orgullo nacional en Armenia y el Mashtots Matenadaran, un instituto de investigación científica sobre manuscritos antiguos, es muestra de ello. Este edificio representa la riqueza del alfabeto armenio y fue inscrito en el en el Programa Memoria del Mundo de la UNESCO.
El Mashtots Matenadaran fue nombrado así en honor al creador del alfabeto y en su exterior luce una impresionante estatua del mismo. Ahora, además de ser un centro de investigaciones, el edificio funciona como un enorme acervo que pretende conservar documentos escritos en armenio. Actualmente, el Mashtots Matenadaran guarda aproximadamente 17 mil manuscritos antiguos.
El alfabeto armenio es un claro ejemplo del impresionante alcance cultural que el lenguaje puede conseguir. Finalmente, este sistema de escritura representa una forma más de comprender el pasado y el presente, pues ha sido relevante en algunos momentos clave de la historia antigua y medieval de Armenia, una nación profundamente marcada por la Europa Oriental y la Asia Occidental.
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