El primer entierro infantil con más de un centenar de perros se registró en un oasis de Egipto, inhumados con un niño pequeño de 8 años.
Sucedió en el Oasis de Fayúm, a unos cuantos kilómetros de El Cairo, en Egipto. En medio del desierto, se extiende un lago con cascadas incansables, donde habitaron ballenas hace millones de años. Aunque el sitio ha demostrado ser un campo fértil para hallazgos paleontológicos, la historia más reciente del país también ha dejado su marca.
Recientemente, un equipo de arqueólogos exhumó los restos de un niño de 8 años. Al oeste del Río Nilo, este entierro infantil ha sido custodiado por 2 mil 400 años por un escuadrón de perros. Al lado de los restos del niño, cuyo esqueleto está prácticamente intacto, se encontraron 142 perros domésticos, que fallecieron alrededor del mismo tiempo. Aparentemente, sin signos de violencia.
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En las entrañas del Oasis de Fayúm
El equipo de investigación a cargo del estudio pertenece a CEI RAS, una institución rusa que se enfoca exclusivamente en estudiar el Antiguo Egipto. Los arqueólogos unen esfuerzos con otros científicos para tener una visión más completa del Oasis de Fayúm desde hace años.
Aunque los investigadores todavía no están seguros de a qué periodo pertenece este entierro infantil con perros, estiman que data del siglo IV a.C. Reconocido como ‘el siglo de Alejandro Magno’, se caracterizó por las campañas militares del emperador heleno. Lo más probable es que este hallazgo no tenga relación alguna con este proceso histórico, pero la referencia funciona para ubicarlo en el tiempo.
Los arqueólogos de la institución rusa estiman que el niño se inhumó hace 2,400 años porque otros hallazgos que se han realizado en el sitio datan de la misma época:
«Alrededor del Oasis de Fayúm», documenta Heritage Daily, se han encontrado «ruinas de muchos pueblos antiguos, y cerca se encuentra la antigua ciudad egipcia de Crocodilopolis/Arsinoe, que estaba dedicada al dios cocodrilo Sobek».
La zoóloga Galina Belova, que colabora con CEI RAS, determinó que los perros no fueron asesinados para el entierro infantil. Esto la condujo a pensar que murieron en la misma época, probablemente a raíz de algún desbordamiento del Nilo, según sugieren sus restos.
Es probable que el niño también haya fallecido en este accidente, posiblemente ahogado. Lo más extraño es que su rostro fue completamente cubierto con una bolsa de lino. Hasta ahora, su identidad y procedencia siguen siendo un misterio.
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