Hay actividades físicas que nos llevan a lugares únicos.
Nadar en el mar abierto te obliga a tener contacto pleno con la naturaleza. Son las olas y tu fuerza juntos.
Aunque están de moda los estudios de yoga, ¿Qué tal una sesión en el campo?
Esquís, o una tabla, algo puede acompañarte a recorrer un tramo del mar.
La equitación es para quienes disfrutan el contacto con los animales, y el descubrimiento de la naturaleza.
Y si se trata de paisajes especiales, ¿por qué no esquiar y descubrir el toque que la nieve le da a algunos destinos?
El senderismo, la opción si buscas relajarte y maravillarte.