El territorio de mansiones pintorescas.
Situada en la antigua Ruta de la Seda, en el umbral de Europa a Asia, Tiflis sorprende al viajero con antiguas mansiones "art déco", pintorescas vinerías y termas sulfurosas. (Redacción: Geraldina Rodríguez)
Georgia fue presa del crimen y la corrupción hasta la Revolución de las Rosas en 2003. Y en 2008 libró una guerra de cinco días con Rusia.
Una de las cosas que llaman la atención al recorrer el centro histórico de Tiflis es la proliferación de iglesias. La basílica ortodoxa de Anchiskhati, del siglo VI, es la más antigua.
La decadencia de muchos edificios no oculta el florecimiento que vive la ciudad.
Parte clave es visitar algunas de las bodegas de la ciudad para beber algún buen vino georgiano acompañado por los típicos "chinkalis" (empanadillas) y "jachapuris" (pan de queso).
El tiempo corroe las casas "art déco" en el barrio de Sololaki y les da una pátina mórbida y fantasmal, como si se tratase de la escenografía para una película.
Con aire a veces europeo y a veces asiático, la ciudad situada a 1,200 kilómetros de Teherán y 3,000 de Berlín cabalga entre dos continentes y entre múltiples influencias.