En el corazón de México, una red de canales prehispánicos conectaba las ciudades de Tlatelolco y Tenochtitlan. Así la descubrieron.
En una excavación realizada por el Instituto Nacional de Arqueología e Historia, un grupo de arqueólogos descubrió canales prehispánicos que conectaban la ciudad de Tlatelolco con la ciudad de Tenochtitlan. Ambas se encontraban en lo que hoy es la zona central de la Ciudad de México.
Ahora, la evidencia que ha emergido del terreno ubicado en la avenida Manuel González ha revelado que Tlatelolco poseía un gran embarcadero compuesto con redes hidráulicas destinadas a la irrigación, la navegación y drenaje.
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¿Cómo surgió Tlatelolco?
Constituida por 19 barrios, la ciudad prehispánica de Tlatelolco era un espejo de la ciudad de Tenochtitlan. Ubicada al norte de la capital imperial, Tlatelolco era también un centro urbano importante de Mesoamérica. Su importancia radica en que era sede de uno de los mercados más importantes de la región.
El sitio del INAH registra que esta urbe mexica fue fundada en el año de 1338 después de una separación de los tenochcas. Algunos de sus recintos prehispánicos más importantes son:
- El Templo Mayor tlatelolca
- El Complejo de los Vientos
- El Templo de las Pinturas
- El Coatepantli (muro de serpientes)
- Dos tzompantlis o altares de cráneos
Un descubrimiento histórico
El hallazgo puso sobre la mesa nueva información sobre las dimensiones de Tlatelolco, al parecer sus límites se extienden unos 300 metros más hacia el norte. Dichos límites coinciden con los barrios de Iztatlán o Tlaxoxiuhco, los más septentrionales de la ciudad mexica.
De acuerdo con Xantal Rosales García, arqueóloga del sitio, los canales revelan dos etapas constructivas. “La primera, de época prehispánica, se caracterizó por el uso de piedras careadas de mayor tamaño que constituyen los muros y una escalinata para descender al cuerpo de agua,” explica Rosales.
Sobre la segunda etapa, revela que data de las primeras décadas del virreinato donde “se observan muros añadidos con piedras irregulares de menor tamaño para convertirlo en un posible reservorio del vital líquido,” declara la especialista.
Tulio Cordero, coordinador del proyecto de excavación, resume que, “conocer los márgenes de Tlatelolco, donde vivían las personas del pueblo, nos permite completar la imagen de esta ciudad mexica e imaginar la vida con su complejo sistema hidráulico.”
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