Desde las enigmáticas costas del noroeste de México hasta las majestuosas selvas de Oaxaca, decenas de jóvenes han creado una ola de cooperación para la acción climática, centrada en pilares como la defensa de los derechos, la conservación de la biodiversidad y la equidad.
El cambio climático se ha convertido en un concepto que escuchamos cada vez más en noticias, redes sociales e incluso en escuelas y universidades. En ocasiones, este tema puede ser muy desalentador, ya que sus características engloban la pérdida masiva de biodiversidad, la intensificación de los desastres naturales en los próximos años y la escasez de recursos tan vitales como el agua. No obstante, para muchos jóvenes, esto se ha convertido en un llamado a la acción, un motor para transformar sus comunidades y para conectar no sólo con la naturaleza, sino con las personas de su entorno.
Jóvenes Embajadores por el Clima
De este modo, la vocación e interés de los jóvenes por actuar para construir un futuro más verde y justo, fue lo que impulsó la creación de la iniciativa “Jóvenes Embajadores por el Clima”, red inspirada en el Pacto Climático Europeo, pero, por primera vez, fuera de ese continente. Así, treinta jóvenes de entre 18 y 39 años de todo el país fueron seleccionados para implementar iniciativas innovadoras con impacto colectivo con el objetivo de generar conciencia y reforzar la respuesta mundial ante la amenaza del cambio climático.
Este programa, que incluye una serie de capacitaciones y seguimiento a los proyectos de los jóvenes, fue desarrollado por la Delegación de la Unión Europea en México, entre 2022 y 2023. Tras un año de trabajo, tres embajadores tuvieron la oportunidad de viajar a Bruselas, Bélgica, para conocer más sobre el Pacto Verde Europeo de la mano de expertos del Parlamento y de las diferentes direcciones generales de la UE, como DG Clima, DG Environment, DG Trade y DG INTPA. Además, pudieron conectar con otros jóvenes pertenecientes al Foro Europeo de la Juventud y de la red Youth and Environment Europe, con el fin de implementar iniciativas conjuntas en sus comunidades.
Los tres proyectos que representaron a México en Bélgica fueron Ojo de Águila – Sustenta MX, PANTERA A.C. y ELENA Sustainability. Todos con distintos enfoques, pero con un único objetivo: empoderar a niños, jóvenes y adultos para verse como agentes de cambio ante la crisis climática.
Te sugerimos: Primer Campamento WiSci México: Chicas de América se reúnen para cumplir el sueño STEAM
Viendo aves en Mazatlán
Ojo de Águila, proyecto de la embajadora Mariana Loeza, representó a la región norte de México, puesto que se desarrolló en la costa de Mazatlán, Sinaloa. Esta es una iniciativa de ciencia ciudadana en la que, a través de la observación de aves, la comunidad puede aprender sobre el cambio climático y la importancia de los ecosistemas costeros. Por medio de su proyecto, Mariana capacitó a cinco empresas pesqueras mediante actividades de observación de aves y logró crear un grupo de mujeres observadoras en Mazatlán.
Reviviendo la selva
Por su parte, el embajador Zahid Orozco, con Paisajes Naturales y Territorios Antrópicos (PANTERA A.C.), pudo capacitar a pequeños productores agrícolas del sur de México para preservar cultivos nativos, como el café de selva, en vez de optar por el cultivo de caña de azúcar, para evitar la deforestación de cientos de hectáreas de selva perennifolia. Asimismo, los guió en temas de publicidad para crear su marca, lo que resultó en un aumento en las ventas de hasta doscientos por ciento a través de Cha Mih Ecotienda. Esta iniciativa se encuentra en Tuxtepec, en el estado de Oaxaca, y distribuye productos como café, miel de acahual y bolsas ecológicas.
Mujeres y niñas por el medio ambiente
Mientras tanto, en la región del centro del país, Giovanna Romero llevó a cabo el proyecto Empowering Leaders in Environmental Activism (ELENA Sustainability), en el que capacitó a más de 140 niñas y mujeres de secundaria, preparatoria y los primeros semestres de universidad en el uso de tecnologías para el medio ambiente. A través de ELENA Sustainability, pudo conectar con iniciativas como Technovation Girls y con investigadoras en temas de sustentabilidad del Centro de Investigaciones en Óptica (CIO) y del Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas (CIATEC) en León, Guanajuato.
A través de charlas y academias climáticas, las participantes aprendieron sobre distintos temas. Descubrieron cómo se desarrollan paneles solares con materiales biodegradables y a hacer baterías a partir del agave. Asimismo, pudieron aprender sobre los sistemas de monitoreo para plagas en los cultivos de tomate en Guanajuato y el uso de la tecnología para la creación de aplicaciones móviles para el cambio climático. Cabe destacar que este proyecto también fue finalista para obtener el premio Girls Save the World, de MIT Solv[ed] y HP.
Jóvenes de México en la acción climática
En definitiva, el hecho de que personas jóvenes del norte, centro y sur de México pudieran llevar a cabo estos proyectos y que sus voces hayan llegado hasta Europa a través del programa Jóvenes Embajadores por el Clima, es un ejemplo de que, así como el cambio climático no conoce fronteras, tampoco debería conocerlas la acción climática. Por eso, las decisiones que niños, jóvenes y adultos tomemos en el presente para combatirlo podrán construir un mundo más verde y equitativo, en el que dejemos huella en las siguientes generaciones (siempre y cuando ésta sea, sobre todo, baja en carbono).
Este texto fue escrito por Giovanna Romero Contreras, quien es Joven Embajadora por el Clima UE-MX. Asimismo, es parte de la comunidad de Girl Up México, una organización liderada por juventudes para capacitar, inspirar y conectar con otras activistas por la igualdad de género. Haz clic aquí para leer más sobre Girl Up México y su trabajo con juventudes.