Los científicos daban por extinta la subespecie de serpiente Bitis cornuta albanica, hasta ahora.
La mayoría nunca ha oído hablar de Bitis cornuta albanica, una pequeña serpiente venenosa endémica de Sudáfrica, con ornamentaciones puntiagudas y marcas iridiscentes en el cuerpo. Se trata de un reptil extremadamente raro que no se había visto en casi una década, así que los científicos lo daban por extinto. Hasta ahora.
Hace poco, un equipo de herpetólogos anunció un descubrimiento inusitado: cuatro Bitis cornuta albanica, vivas y sanas.
En noviembre pasado, la expedición emprendió camino para buscar a la serpiente desaparecida y luego de una semana de rebuscar en la maleza, levantar piedras, y registrar con cuidado en agujeros, Michael Adams, un miembro del equipo, detectó a una hembra de 15.24 centímetros de largo reptando por un camino.
?Creo que jamás nos hemos abrazado tanto?, dijo Grant Smith, funcionario de campo de Endangered Wildlife Trust, organización que colaboró en la búsqueda con Rainforest Trust.
Una serpiente misteriosa
Lo más sorprendente es que el equipo encontró cuatro animales vivos, aunque solo se habían registrado 12 individuos desde que se identificó la subespecie, en 1937 (los científicos encontraron un quinto espécimen que había arrollado un vehículo).
Con todo, se infiere que la población de esa serpiente es en extremo reducida.
?Considero que es una de las más amenazadas en todo el mundo?, afirma Bryan Martiz, coordinador regional del Grupo Especialista en Víboras de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, quien no formó parte de la reciente expedición.
Es probable que la mayor amenaza para la serpiente sea la pérdida de hábitat, ya que solo se encuentra en pequeños sectores de maleza y matorrales mixtos. Es más, el territorio del reptil podría estar reduciéndose.
?Existen registros históricos de esta serpiente en las áreas circundantes, pero esas poblaciones se consideraban extintas, de manera que nadie ha encontrado un espécimen en más de 40 años?, prosigue Maritz, quien también es herpetólogo de la Universidad del Cabo Occidental, Sudáfrica.
Por otra parte, la minería, la urbanización y el tráfico podrían estar dañando a la subespecie y sus hábitats, como sugiere el espécimen atropellado.
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Precaución contra la caza ilegal
El sitio exacto donde redescubrieron a los ejemplares de Bitis cornuta albanica se mantiene en secreto como precaución contra la caza ilegal. Si bien la subespecie jamás se ha observado en el mercado negro, no hay que tentar a la suerte.
?Si los coleccionistas se enteran de dónde y cómo localizarlas, estas serpientes recién redescubiertas podrían correr un peligro muy real?, dice Maritz.
Y ahora, da inicio la parte difícil del trabajo. Por ejemplo, los expertos saben virtualmente nada de la dieta, la reproducción o la conducta de la serpiente.
?Nunca alguien ha reportado una mordedura de Bitis cornuta albanica, así que se desconoce la potencia de su veneno?, explica Smith, de Endangered Wildlife Trust.
A sabiendas de que la serpiente no se ha extinguido, ahora los grupos de conservación están trabajando para garantizar su futuro, para lo cual intentan adquirir tanto de su hábitat como sea posible.
?La idea es que, si puedes proteger el hábitat, todo lo demás podrá seguir, más o menos, sin cambios?, concluye Smith.
Conoce al lagarto enchaquirado del Motagua, un reptil endémico de Guatemala que ha ?resucitado? de la extinción:
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