Satélites NASA revelan paneles solares cubriendo rápidamente el desierto de Gobi a la vez que China se convierte en el líder mundial en energía solar.
Las imágenes satelitales confirman un aspecto del proyecto chino para cumplir con el ambicioso compromiso ONU de reducir las emisiones de carbono: la energía solar.
China anunció la semana pasada que frenaría el aumento de sus emisiones de invernadero en un lapso de 15 años y que, para 2030, incrementaría en 20 por ciento su consumo de energía no fósil. El compromiso, parecido al que hiciera el año pasado en un acuerdo conjunto con Estados Unidos, se hizo público en preparación para las negociaciones climáticas ONU a celebrarse en París, en diciembre próximo.
El objetivo de China refleja la celeridad con que está convirtiéndose en el líder mundial en energía solar. A la fecha, el país produce dos tercios de los paneles solares del planeta y el año pasado, añadió más capacidad solar que cualquier otra nación, según la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés). Alemania aún conserva la mayor capacidad fotovoltaica cumulativa, pero China, que ocupa el segundo lugar, muy pronto cerrará esa brecha.
Y la razón es el desierto de Gobi. Hace seis años, China inició la construcción de su primera estación de energía solar en gran escala al noroeste de la provincia de Gansu, donde abundan la luz solar y el suelo.
Recientes fotos satelitales de NASA muestran que, a la fecha, los paneles solares cubren casi el triple de la superficie del Gobi que abarcaran hace tres años. IEA informó que, en 2014, los paneles solares habían incrementado en 37 por ciento la capacidad de China, a un total de 28.1 gigawatts; sin embargo, recientemente el gobierno chino afirmó haber añadido otros 5 gigawatts de capacidad solar solo durante el primer trimestre de 2015.
China está haciendo grandes desembolsos en energía renovable. Según el informe de marzo del Programa Ambiental ONU, el año pasado el gobierno chino invirtió mucho más que cualquier otro (un récord de 83.3 mil millones de dólares, incremento de 39% respecto de 2013). En contraste, Estados Unidos, que ocupa la segunda posición, invirtió menos de la mitad.
Por ello, no sorprende que China publicara las utilidades más altas del mundo en generación eléctrica con recursos renovables, incluida la energía solar, afirma la más reciente edición de BP Statistical Review of World Energy.
?La gran motivación de China son su fuerte interés nacional en combatir el problema persistente de contaminación del aire, limitar el impacto climático y expandir su fuerza de trabajo en energía renovable?, explica Jennifer Morgan, directora del programa climático en World Resources Institute. Agrega que China, hoy por hoy el mayor emisor de gases de invernadero, puede cumplir su compromiso climático si mantiene su esfuerzo en energía renovable.
?China seguirá trabajando para alcanzar el objetivo en una fecha muy anterior? a 2030, afirmó el primer ministro, Li Keqiang, en una declaración, según información de Reuters.
Y ciertamente, el futuro global de la energía solar es luminoso. A la vez que los paneles se abaratan y las baterías almacenan la energía producida para días nublados y horas sin luz, el mundo será testigo de una explosión en la energía solar, presagia Bloomberg New Energy Finance. Para 2040 e impulsada en parte por China, la energía solar podría representar hasta un tercio de las nuevas tecnologías de generación eléctrica.
Sin embargo, ¿bastará para contener el calentamiento global? Si no se adoptan otras medidas importantes, IEA considera que el mundo tal vez no alcanzará el objetivo internacional de mantener el incremento de la temperatura mundial (respecto de los niveles preindustriales) por debajo de 2 grados centígrados.
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