Por qué los perros mueven la cola

Te contamos lo que sabemos acerca de por qué los perros mueven la cola, un comportamiento que puede decirnos más de lo que creíamos.

Una de las acciones más comunes, y que mejor hemos interpretado de los perros, es el movimiento de la cola. Resulta que, por alguna razón, nos parece que esto denota felicidad. La idea se ha difundido mucho, pero, ¿hemos leído bien el mensaje? Veamos qué dicen los expertos para contestar a por qué los perros mueven la cola.

¿Por qué los perros mueven la cola?

La realidad es que tal vez no estemos tan perdidos. No obstante, es mejor ver los detalles. El Dr. Stanley Coren, profesor emérito del departamento de psicología de la Universidad de Columbia Británica y columnista de AKC Family Dog, escribió, en Psychology Today, que la cola de los perros es un gran recurso expresivo entre ellos, pues sus ojos están muy alerta al movimiento.

«En cierto modo, el movimiento de la cola cumple las mismas funciones comunicativas que una sonrisa humana, un saludo cortés o un gesto de reconocimiento», explica el especialista.

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Es importante añadir que este comportamiento es algo que comúnmente se desarrolla entre las 3 y las 4 semanas de edad, dependiendo de la raza. Podemos decir, gracias a las fuentes, que el movimiento de esta extremidad, efectivamente, puede estar asociado con un momento de alegría, pero también de excitación o nerviosismo.

Por otra parte, un grupo de científicos, que publicó un artículo en The Royal Society, reconoce que aún falta mucho por investigar sobre este tema y su relación evolutiva. Incluso, hay interés por ver cómo influyó la domesticación en esto.

“Su singularidad, complejidad y ubicuidad pueden estar asociadas a múltiples funciones, pero sus mecanismos y ontogenia siguen siendo poco conocidos. Estas lagunas nos impiden comprender plenamente la historia evolutiva del comportamiento moderno de mover la cola y qué papel desempeñó el ser humano en el proceso”, concluyen los autores de la investigación.

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Finalmente, nuestro empirismo puede que nos haya dado una porción de la verdad sobre este comportamiento, sin embargo, no perdamos de vista que el asunto es más complejo que una sencilla muestra de buen humor.