Tener un mapache como mascota puede ser tentador ante la sobreexposición de estos animales en videos donde se muestran adorables. Antes de hacerlo, hay datos sobre su bienestar que hay que considerar.
Los mapaches son adorables, más de un video o fotografía de estos pequeños animales con antifaz lo pueden probar. Su naturaleza curiosa y su inteligencia notable han llevado a compararlos con los gatos o perros, animales domesticados por el hombre desde hace miles de años. Tener un mapache como mascota puede parecer tentador debido a su aspecto encantador, sin embargo, es importante considerar varios factores antes de que entren a casa.
Este mamífero de la familia de los Procyonidae consume una gran variedad de alimentos vegetales y animales, según la estación y la disponibilidad. Su peso puede oscilar entre las 5 y 16 libras, y las hembras generalmente son más pequeñas que los machos. Tienen un color marrón grisáceo, pero no es raro encontrar individuos albinos o melanistas entre las 7 especies en América del Norte.
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¿Es seguro tener un mapache como mascota?
En redes sociales ha crecido el número de videos donde estos animales pasean en carriolas, con collares para perros o en mochilas de burbujas, como si se tratara de un gato. Ante estos escenarios, no se puede pasar por alto que los mapaches son animales salvajes por naturaleza, lo que significa que pueden ser impredecibles en un entorno doméstico, y convivir con ellos podría resultar en situaciones peligrosas tanto para el animal como para los dueños.
“Tienen un sentido del tacto muy desarrollado que se considera superior al de otros mamíferos no primates. Pueden abrir puertas fácilmente y meterse en botes de basura y hacer otras travesuras”, explicó Erika Yery, rehabilitadora de vida silvestre de la Liga de Rescate de Vida Silvestre. Sin embargo, “los mapaches no son territoriales”.
Criar a estos animalitos en casa también es una apuesta a largo plazo, pues pueden llegar a vivir entre 16 y 20 años en cautiverio. En todo ese tiempo requerirá cuidado especializado y un entorno adecuado para satisfacer sus necesidades naturales, además de una buena alimentación. En el caso de quienes viven en México, por ejemplo, también deberán contar con un permiso de la Semarnat para la posesión de una especie de fauna silvestre. Sacarlos de su hábitat sin este documento puede constituir un delito.
Aunque muchos mapaches pueden mostrar cierta docilidad cuando son criados desde pequeños, no se puede garantizar que todos se adapten bien a la vida en cautiverio. Además, es crucial tener en cuenta que estos animales pueden transmitir enfermedades a los humanos.
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Enfermedades que pueden transmitir
Un mapache como mascota y en vida silvestre puede contraer una serie de enfermedades, incluyendo moquillo felino y canino, rabia, leptospirosis, salmonelosis y toxoplasmosis. Entre los parásitos que pueden afectarlos se encuentran las lombrices, tenias y gusanos del corazón. Estos animales, al igual que los zorros, las marmotas y los murciélagos, se consideran especies de alto riesgo en la transmisión de la rabia, aunque realmente todos los animales de sangre caliente pueden transmitirla.
«Los mapaches tienen muchas enfermedades que nosotros podemos contraer, al igual que nuestras mascotas», expuso a National Geographic Jeannine Fleegle, bióloga de vida silvestre de la Comisión de Caza de Pensilvania. “El más importante, por supuesto, es la rabia. La rabia es mortal… pero también está el parvovirus. Hay moquillo, lombrices intestinales. Hay leptospirosis. Quiero decir, podría seguir y seguir”.
Al igual que otros animales salvajes en cautiverio, estos pequeños con antifaz requieren un veterinario para monitorear su salud y administrar vacunas para prevenir enfermedades. Además, es crucial establecer un protocolo de cuidados completo e instrucciones sobre cómo actuar en caso de mordeduras.
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¿Es correcto alimentar a los mapaches en vida silvestre?
Los mapaches son una de las especies que han sabido adaptarse mejor al avance de la urbanización. Frente a la invasión de su hábitat, se han acostumbrado a vivir cerca de casas y familias, buscando alimento en botes de basura y otros recipientes. Aunque algunas personas no los consideran mascotas, los alimentan como «muestra de apoyo» en su lucha por encontrar comida.
Cuando los humanos alimentan a la vida silvestre, según los expertos, fomentan la congregación de un mayor número de animales en el entorno, lo que incrementa la probabilidad de transmisión de enfermedades infecciosas. Pero no solo se trata del peligro que corren los humanos; ofrecerles comida también alteran el patrón de búsqueda de alimento de los mapaches y condiciona su supervivencia.
“Los mapaches y otros animales salvajes están creados para sobrevivir, para resistir casi cualquier cosa que la madre naturaleza les pueda arrojar”, explicó Fleegle. “Han estado trabajando en esto durante milenios y no necesitan nuestra ayuda”.
Tener un mapache como mascota implica un compromiso a largo plazo y puede requerir recursos adicionales en términos de tiempo y dinero. Aunque tenerlos en casa puede ser tentador, es crucial considerar los desafíos y responsabilidades que conlleva antes de tomar una decisión.
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