Esta ciudad fronteriza nos recibió con un escenario nocturno, dantesco, y poco amigable…
A pesar de tener una difícil introducción con Antigua el día anterior, la mañana siguiente iniciamos a descubrir la verdadera ex capital de Guatemala y todos sus encantos.
A través de cada callejuela, plaza y jardín encontramos una pieza nueva de historia; las ruinas de antiguos edificios y parroquias nos enseñaron cómo la ciudad ha evolucionado y sufrido durante el tiempo. Desgraciadamente tuvimos que dejar esta ciudad histórica al día siguiente para seguir con la travesía.
Con la intención de acercarnos a la frontera con El Salvador, tomamos el consejo de un amigo de dormir en Taxisco, Guatemala con la idea en mente de que sería un buen lugar para pasar la noche. Sin embargo, no podríamos estar más equivocados; esta ciudad fronteriza nos recibió con un escenario nocturno, dantesco, y poco amigable.
Huimos de las calles hacia el único hotel de la ciudad, para ahí vernos obligados a guardar las motos en la recepción del mismo y buscar algo de seguridad. Aún bajo esas condiciones, el cansancio nos venció y dormimos bajo el intenso calor de la noche para cruzar dos fronteras al día siguiente…