Carmelo preparado in situ, la tendencia que sigue Sugarox.
La experiencia de ver cómo se moldea el caramelo es hipnotizante. La mezcla caliente de agua y azúcar se echa sobre la plancha fría, para ser manipulada a mano con espátulas, ida y vuelta, derecha a izquierda, con aromas y colores, hasta adquirir el sabor deseado y poco a poco formar en su centro una ¿cara de oso?
Lo que comenzó en Australia hace veinte años como el proyecto de dos amigos artesanos de hacer caramelo a mano con todos los colores, sabores y figuras posibles en su tienda Suga, se ha expandido a Barcelona, Tokio, Nueva York, y ahora, con la tienda Sugarox, a Ciudad de México. «Todo comenzó en Melbourne, Australia», me dice Isaac Bessudo, quien abrió la primera tienda en México hace unos meses en Plaza Lilas, «fui a conocer, pero me encantó esta idea y me quedé a aprender a hacer caramelos allá». «Ahora los traje a México en mi versión tropicalizada, tengo caramelos con chamoy, sabor a mole y hasta horchata».
Al igual que lo hacen en Suga, y en la tienda Papabubble en Barcelona, Isaac prepara los caramelos in situ en su tienda de ciudad de México, en medio de los estantes de frascos de colores, para que los clientes participen en lo más divertido de esta idea, ver cómo se hace el caramelo de manera artesanal. El centro de cada caramelo puede tener la figura que quieras, letras, símbolos y dibujos, desde un osito hasta un zapato de tacón o tus iniciales. Al artista Takashi Murakami le hicieron unos dulces con una figura inspirada en sus dibujos la última vez que vino a México. ¿Qué sabor se te antoja? Anís con café, chamoy con tequila, mango con sandía, son algunos de los que encontrarás en la tienda, las opciones de colores y figuras son infinitas.