La arquitectura en decadencia hizo de Albuquerque el escenario ideal para Breaking Bad.
La casa del que fuera el criminal más buscado de todo Nuevo México, está rodeada de gente que quiere mirar de cerca la residencia de este héroe (o villano).
Hay letreros que indican que es propiedad privada, que no te acerques, e incluso la inquilina sale gritando que todos se vayan de su propiedad en el tranquilísimo barrio al este de Albuquerque en la aparentemente inocua dirección 3828 Piermont Dr.
Se trata, desde luego, de la casa de Walter White, el protagonista de Breaking Bad, probablemente la serie de televisión más importante de esta década. Desde que el programa terminó en septiembre de 2013, miles de turistas espontáneos han hecho el viaje para recorrer los puntos más importantes donde Walter y Jesse construyeron su imperio de metanfetaminas.
Ahora, la residencia está llena de letreros amenazantes para evitar que los fanáticos traten de recrear situaciones de algún capítulo, como la famosa escena de la pizza en el techo (acto que algunos pocos han logrado llevar a cabo).
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