Un proyecto para recordar de dónde viene lo que comes a diario.
En julio el puerto más grande de Europa presenciará la apertura de la primer granja flotante.
Se trata de un espacio que acercará al consumidor a la fabricación de productos lácteos frescos, una buena propuesta en tiempos en los que los habitantes de las ciudades se pierden del contacto con la naturaleza y la agricultura.
En un principio la granja contará con espacio para 60 vacas que producirán unos 1,500 litros de leche diarios.
El proyecto es autosuficiente y sostenible. Como muestra su producción circular: la obtención y eliminación de agua, la producción de energía y alimento para las reses, así como el procesamiento de desechos, son procesos que se encuentran conectados.
Especial: El futuro de la comida
Gracias a que la mayor parte de la estructura del proyecto flotante es transparente, las instalaciones pueden ser vistas fácilmente, permitiendo al visitante ver las reses y observar cómo se alimentan, cómo se fabrican los productos lácteos o, incluso, probarlos y comprarlos en ?el muro de los lácteos?.
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