Octubre será el mes de fiestas alocadas en territorio islámico.
Rosquillas saladas, chucrut, vestidos tradicionales bávaros, pantalones de cuero y palmeras. Está claro que aquí algo no está bien. Y es que las palmeras y unas temperaturas de 31 grados no encajan lógicamente con la Oktoberfest, la gran fiesta alemana de la cerveza. Sin embargo, esto les importa poco al gran número de personas que se balancean rítmicamente cogidas del brazo sentadas en las largas mesas en el jardín del «Sheraton Jumeirah Beach Resort». Músicos traídos especialmente desde Alemania tocan sus instrumentos.
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Han venido unos 700 visitantes, entre ellos también el padre de este evento: Engelbert Gamsriegler, o como él mismo se presenta: el chef Engelbert. Este hombre introdujo hace varios años en el «Sheraton» la Oktoberfest. «Porque yo estaba loco», dice el alemán de 67 años.
¿Asado de cerdo y codillo en un país islámico? «Significa mucho trabajo. No es fácil conseguir todo», relata este cocinero jubilado, que trabajó durante más de 50 años en la hotelería. Su equipo de empleados va volando entre las palmeras y la piscina cargando jarras de un litro, vajillas e incontables vasos de aguardiente alemán.
Todos visten, al igual que la mayoría de los visitantes, trajes tradicionales de Baviera. «Os saludamos, queridos amigos», gritan los músicos. La mayoría de los amigos no entienden nada, pero esto no impide que levanten las jarras.
«Actualmente, el 70 por ciento de los visitantes es gente que ha venido antes, entre ellos muchos ingleses y rusos», dice Engelbert. «No solo turistas, sino también empleados de empresas, entre ellosmuchos alemanes, austriacos y suizos que viven en Dubái». El éxtasis es contagioso. Al igual que en las grandes carpas instaladas en una pradera en Múnich, los visitantes de la Oktoberfest en el emirato árabe cantan y ríen subidos a los bancos de madera. Definitivamente, el sol que sale después de una noche de fiesta en Dubái es más deslumbrante que en otros lugares. Y al día siguiente ya viene otra fiesta: Halloween.
Las ojeras de la noche anterior parecer formar parte del disfraz. En taxi nos dirigimos al lugar del evento, «Nasimi on Elm Street», Halloween en la playa, con el mundialmente famoso hotel de lujo «Atlantis The Palm» como parte del escenario. Quien espera un ambiente de horror con laberintos de terror y otras atracciones típicas se lleva una decepción. En medio de una música con alto volumen y luces láser, los visitantes se celebran sobretodo a sí mismos y se hacen «selfies» con personas completamente desconocidas que probablemente se difunden en cuestión de segundos por las redes sociales de Arabia y Asia. El vecino en la barra lleva alrededor del cuello diez dedos cortados y sin duda ha bebido al menos igual número de copas de aguardiente .»Fotoooooo», susurra con una mirada achispada. Su aliento es capaz de despertar a los muertos vivientes, pero los zombies deben ser solidarios entre ellos. Una sonrisa y clic.
Cuando amanece, también los visitantes vestidos de forma más decente parecen auténticos zombies.
Oktoberfest: se celebra cada año en octubre en varios hoteles de Dubái, entre otros en el «Sheraton Jumeirah», el «Grand Hyatt Hotel»y el «JW Marriott».
Halloween: el 1st Annual Halloween Yacht Party se celebra el 28 de octubre a partir de las 20:00 horas en el yate «The Dessert Rose», en el muelle número 7 de Dubai Marina. Los interesados también pueden registrarse para otras
fiestas en www.dubainight.com, www.whatson.ae/dubai,
www.dubainightplanner.com.
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