El anuncio emblemático de Madrid, sobreviviente a una dictadura, reaparece en la Puerta del Sol.
Casi ocho décadas después de llegar por primera vez a la Puerta del Sol de Madrid y tras un «descanso» de tres años, el famoso «Tío Pepe» vuelve a la plaza más emblemática de la capital española renovado y convertido en un mito.
Allí, la estructura encargada de sustentar el famoso anuncio luminoso que la bodega española González Byass encargó a mediados de los años 40 para publicitarse en el centro de Madrid, ya está preparada para recibirlo de nuevo, aunque en la parte superior de un inmueble distinto a su ubicación original.
Y es que la decisión de Apple de abrir allí su tienda más grande en España truncó la vuelta del anuncio luminoso a «su casa». Según apuntaron los dueños del edificio, la compañía estadounidense no veía con buenos ojos tener una botella de vino de Jerez en su tejado.
Se buscó entonces otra ubicación para la conocida figura -con su chaquetilla típica del sur de España y su guitarra- desde donde pudiera seguir iluminando la noche madrileña, al igual que lo hizo en los momentos más importantes de la historia reciente del país.
Sobreviviente
El «Tío Pepe» sobrevivió a una guerra civil, a una dictadura de casi 40 años, a múltiples ordenanzas municipales contra la publicidad… Y estuvo a punto de perder la batalla contra la «todopoderosa» manzana de Apple, de la que ahora será vecina.
Se retiró en 2011, en principio temporalmente, de la céntrica plaza de Madrid cuando se decidió reformar el edificio que durante años albergó el famoso Hotel París. Pero el gigante tecnológico amenazó la supervivencia del anuncio.
«Muchos turistas vienen preguntando por él, porque es histórico y aparece en las guías. Miran hacia todos los lados y no lo encuentran», explica un quiosquero que lleva 15 años en la Puerta del Sol.
No tardaron en surgir plataformas ciudadanas y movimientos en su defensa. Una de ellas es «Salvemos al tío Pepe»; a través de las redes sociales, el movimiento ha reclamado reiteradamente durante los últimos tres años la vuelta del anuncio luminoso a su emplazamiento histórico, enviando misivas al gobierno de la Comunidad de Madrid para pedir su apoyo.
Demostraba, así, el apego de los ciudadanos de Madrid a un elemento publicitario que a lo largo de los años se ha convertido en algo más.
«Forma parte ya del panorama de la Puerta del Sol. Es historia», explican Lali y Concha, dos mujeres de mediana edad que pasean frente al edificio encargado de acoger de nuevo el luminoso.
«Al final ha sido una lucha de poder y Apple lo ha conseguido mover, el ‘Tío Pepe’ ha perdido la batalla», dice pocos metros más adelante Carmen, otra madrileña. El famoso cartel de la bodega González Byass fue instalado en la azotea del conocido hotel París en 1935, en plena II República (1931-1936) y solo un año antes del comienzo de la cruenta guerra civil que enfrentó a los españoles durante tres años.
La bodega celebraba su primer centenario con la presencia de la gran estructura, de 70 toneladas de peso, en uno de los foros más importantes de Madrid, por donde deambulaban a diario hombres de negocios y comerciantes.
«Para una empresa netamente familiar como González Byass es un orgullo que nuestro ‘Tío Pepe’ forme parte del paisaje de la ciudad y de la historia madrileña», explican fuentes de la bodega, aludiendo al «cariño» de los ciudadanos de Madrid a la figura del cartel.
«A mediados de los años 80 se hizo una encuesta popular cuyo resultado fue que querían mantener este anuncio, uno de los pocos que ha conseguido una licencia publicitaria en el recinto histórico de Madrid», destacan.
El primer cartel del «Tío Pepe», distinto al que se colocará en el número 11 de la Puerta del Sol y que ha sido retocado, sobrevivió durante la guerra a los bombardeos de la plaza más popular de la capital española, en una ciudad que se mantuvo en manos republicanas durante casi la totalidad de la contienda.
Se trataba de un anuncio genérico de González Byass, en el que el nombre de la marca aparecía junto a la imagen de un copa de vino, logotipo de la marca registrada en 1884. Fue una década después cuando la bodega decidió cambiar la imagen del cartel, el que ha permanecido hasta la actualidad.
Así, desde 1946, el ático del antiguo Hotel París -un hotel con mucha historia que albergó el café bohemio de La Montaña- sostuvo la figura creada por Pérez Solero, con sus brazos en jarra y la leyenda del célebre «Sol de Andalucía embotellado».
Y allí siguió, año tras año, durante la dictadura de Francisco Franco, que se prolongó hasta 1975. «El ‘Tío Pepe’ de la Puerta del Sol se transformó con el tiempo en el ‘tío’ más famoso del mundo», explican desde la bodega. «Todos los turistas lo fotografiaban, preguntaban por el significado del símbolo y logró evitar todas las trabas impuestas por las autoridades», dicen desde la bodega.
Eludió la orden del último presidente del régimen franquista, Carlos Arias Navarro, anteriormente alcalde de Madrid, de retirar todos los carteles luminosos de la Puerta del Sol, desatando el debate en los medios de comunicación.
En 1985 también se ordenó la retirada de todos los rótulos luminosos instalados en los edificios, con motivo de la aplicación de un programa de adecuación arquitectónica con el que se rehabilitaron las fachadas y cubiertas de los edificios de la Puerta del Sol y aledaños.
Pero el «Tío Pepe» resistió, al igual que en 2009, cuando las ordenanzas reguladoras de la publicidad exterior de Madrid prohibieron la instalación de publicidad comercial en el recinto histórico de Madrid. Ese mismo año, González Byass solicitó la legalización del luminoso apelando a su valor histórico y cultural. Las autoridades de Madrid le otorgaron el «indulto»
Poco después, el exalcalde de Madrid y hoy ministro de Justicia de España, Alberto Ruiz Gallardón, aseguró que la famosa botella de vino formaba parte ya de la historia cultural y sentimental de la capital española.
«El Tío Pepe es a Madrid lo que la Torre Eiffel a París, dado que ambos iconos surgieron sin vocación de permanencia, pero se han acabado incorporando al paisaje urbano de ambas capitales», dijo el exalcalde.