Gracias a su fertilidad cultural, gastronómica y recreativa, la ciudad de Lima es el destino más visitado de Perú. Y el distrito de Miraflores es el núcleo de esta abundancia.
Mario Vargas Llosa, quien vivió gran parte de su vida en el distrito de Miraflores, en Lima, Perú, confesó haber descrito en algunas de sus novelas ese barrio, «que para mí representa el paraíso de la infancia». Aquí, un recorrido.
Una buena manera de comenzar el día es con un exprés en el (1) Café Haití (Avenida Diagonal, 160), el primero en Perú en importar una máquina de vapor para preparar café exprés, 48 años atrás. Punto de reunión de políticos e intelectuales. A tan sólo cinco cuadras hacia el norte se encuentra el sitio arqueológico más visitado de Lima.
(2) Huaca Pucllana (Avenida General Borgoño, sin número). Un centro ceremonial y administrativo de la cultura en Lima, que habitó en esa región entre los años 100 y 650 d.C. Cuenta con una pirámide de adobe de 25 metros y una amplia colección de objetos arqueológicos. Lo mejor es visitarlo temprano (con excepción de los martes, el museo abre diario de 9 am a 4 pm), cuando todavía no está repleto de turistas.
Y bien, si el Café Haití es perfecto para conversar e iniciar el día, el (3) Parque D?Onofrio (Calle de Lima 401) es óptimo para olvidarnos de todo. A pesar de que fue hasta 1970 cuando se estableció en su ubicación actual, los helados D?Onofrio ya tenían ahí casi un siglo. En 1897 el italiano Pedro D?Onofrio recorría las calles de Lima con una carretilla de madera para vender los helados que preparaba con hielo que traían de los Andes. El quiosco de helado tiene mesas de jardín a mitad de un establecimiento techado y una gran estantería de cristal con más de 20 coloridos sabores ?desde el tradicional helado de chocolate hasta uno de lúcuma. Y qué mejor sitio para degustarlo que el (4) Parque Central, justo enfrente, donde se puede observar exposiciones al aire libre, comprar artesanías, escuchar un concierto gratuito, probar un bocadillo, o incluso admirar la arquitectura de la iglesia de la Virgen Milagrosa.
A la hora de la comida, no hay duda. Es curioso que un plato que se preparaba para conservar el pescado sin refrigerar, sea hoy día el platillo más representativo de Perú: el ceviche. Con una tradición en este país de más de 2 mil años ?los mochica e incas comían el pescado macerado con frutas, sal y ají. Y tras la llegada de los españoles, agregaron el limón. Son muchos los lugares que ofrecen esta típica comida dentro de Miraflores, pero uno de los restaurantes más premiados por el gremio gastronómico es el (5) Alfresco (Malecón Balta, 790), a unas cuadras del Parque Central. Con una extensa carta especializada en este platillo ancestral, la mejor manera de saciar cualquier antojo es ordenar un cevichero, con cuatro copas distintas de ceviche: el rojo, a base de crema rocoto y de mariscos; el blanco, una combinación de pulpo, lenguado, perejil, cebolla y limón; el negro, con jugo de concha negra, y el verde, preparado con crema de cilantro. En este restaurante quedarás satisfecho, en todos los sentidos.
Tal vez no exista nada mejor para después de comer que pasear por un malecón, y el de la Costa Verde, que recorre una extensa parte del acantilado, es excepcional por la diversidad de actividades que se desarrollan en él. El mejor punto para iniciar el recorrido es a partir del (6) Parque Raimondi (Malecón Cisneros, cuadra 1); además de visitar el faro que se encuentra encallado ahí y las extensas áreas verdes, puedes observar los parapentes que despegan desde este parque o, si te gustan las experiencias extremas, contratar un vuelo. Te lo adelantamos: no es necesario tener experiencia para planear en parapente; es posible pagar un vuelo acompañado de un instructor (el precio varía según la temporada) y en menos de una hora flotarás por encima del distrito de Miraflores. Otro de los rincones más socorridos del malecón es el (7) Parque del amor (Malecón Cisneros, cuadra 8), nombrado de esta forma por la escultura de una pareja besándose que se erigió a mitad de la plaza. Este espacio es tan popular entre las parejas que cada año, en el día de San Valentín, decenas de ellas se reúnen ahí para celebrar un matrimonio colectivo. Ahora, si lo que te interesa son las compras, no hay mejor sitio en toda la ciudad de Lima que el estilizado centro comercial (8) Larcomar (Avenida Malecón de la Reserva, 610); construido sobre los acantilados y, por lo mismo, con una estupenda vista al Pacífico. Además de tiendas y boutiques, hay una gran variedad de bares y restaurantes desde donde disfrutarás de la brisa marina. A un costado del centro comercial se encuentra (9) Sala Museo «Oro del Perú» (Malecón de la Reserva, 610); con una extraordinaria colección de objetos precolombinos de oro y otros materiales de las culturas pre-inca del norte de Perú.
Desde el malecón, es fácil bajar a la playa. Sólo hay que seguir las señalizaciones. Aparte de disfrutar la cercanía con el mar, la costera que se extiende a lo largo del distrito de Miraflores goza de las mejores olas de Lima para practicar surf. Por lo mismo, son varias las playas donde surfistas y aficionados a este deporte se reúnen. Una de las mejores es (10) Makaha (Costa Verde, sin número); por su oleaje bajo y profundo, es ideal para los que quieren iniciarse en este deporte. No te preocupes en transportar tu tabla, a lo largo de la playa hay distribuidos diversos locales que se dedican a rentar el equipo necesario para hacerlo. Y si nunca has practicado surf, también puedes solicitar clases por una baja suma de dinero. Es tal la fama de las playas de Miraflores entre los surfistas que el año pasado, en el mes de octubre, se realizó aquí el Campeonato Mundial de Surf. A un costado de esta playa se encuentra uno de los restaurantes más exclusivos: (11) La Rosa Náutica (Espigón, 4, Circuito de Playas). Tanto por su ubicación, montado sobre un muelle, su arquitectura y su amplio menú especializado en gastronomía peruana es una buena recomendación. Este sitio es probablemente el mejor para finalizar el día. Pero si al llegar la noche todavía no sientes deseos de abandonar Miraflores, una gran opción es dirigirte al bar Huaringas (Ovalo Bolognesi 460), donde se ofrecen más de 25 variantes de pisco sour: desde el tradicional preparado con jugo de limón y azúcar, hasta el brujo con camu-camu macerado en hojas de coca. Un final ideal para este día.
TRES DESTINOS LIMEÑOS
La ciudad de Lima, Perú, tiene mucho que ofrecer:
Barranco
Catalogada entre los limeños como el distrito bohemio de la ciudad. Parques, plazas, bares y restaurantes, para caminar de día o disfrutar de una gran fiesta por la noche.
Circuito mágico del agua
Con 13 fuentes, quizá el complejo más grande montado en una ciudad. Distintos tamaños y diseños que se iluminan cada noche. Gran espectáculo que vale la pena presenciar. Ubicado en el Parque de la reserva (Santa Beatriz sin número).
Centro Histórico
De valor histórico y arquitectónico (Patrimonio de la Humanidad, según la Unesco). Te recomendamos visitar la Plaza Mayor, el Convento de San Francisco, la Plaza San Martín y la Casona de San Marcos.