Dos décadas después de la caída del comunismo, Rusia permanece un misterio para muchos turistas.
Dos décadas después de la caída del comunismo, Rusia permanece un misterio para muchos turistas.
Sin embargo, el país de hielo poco a poco comienza a calentar nuestra curiosidad con sus nuevos desarrollos urbanos que incluyen restaurantes gourmet, hoteles chic y centros culturales dinámicos.
En adición a los nuevos planes de re-innovación en las ciudades más importantes, este movimiento se ha esparcido a las colonias más alejadas del país. Por ejemplo, Yekaterinburg es ahora considerado como uno de los sitios de arte contemporáneo más importantes del país, así como el centro de la escena dubstep, y el hogar de Timofei Radya, un muralista y grafitero que se es ahora reconocido como el Banksy de Rusia.
Usualmente trabajando de manera colectiva y con bajos presupuestos, artistas y diseñadores rusos han, poco a poco, comenzado a tomar fabricas, clubs y mansiones aristocráticas para crear galerías y espacios donde pueden mostrar su arte.
Esto ha generado el impulso de diversos festivales nacionales para apoyar la arquitectura, el arte, la fotografía y para promover a artistas locales alrededor del país, convirtiendo a Rusia en un punto cultural de interés, y un grandioso país por visitar.
Vienen momentos interesantes en el futuro de esta federación euro-asiática…