Las estaciones de esquí menos conocidas de Colorado.
Colorado es el estado norteamericano número uno para el esquí. Aspen y Vail son sus estaciones más emblemáticas. Sin embargo, para los iniciados la Meca del deporte de invierno en las Montañas Rocosas tiene más que ofrecer que esos dos sitios mundialmente famosos. Por ejemplo, Steamboat, Winter Park, Copper o Arapahoe Basin.
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La estación de esquí de Winter Park está situada a poco más de 100 kilómetros del centro de Denver, casi a la vuelta de la esquina para un estadounidense. "Aquí también llegan a veces algunos esquiadores para hacer un par de descensos en la tarde", dice la profesora de esquí Jutta Oberle.
Como es habitual en las zonas de esquí estadounidenses, se construyó alrededor de la estación del ferrocarril de montaña un pequeño pueblo con hoteles y apartamentos, restaurantes, cafés, bares y comercios. Los telesquíes dan acceso a 143 pistas con nieve asegurada situadas a una altura de entre 2,743 y 3,676 metros, en un área para esquiar de más de 12 kilómetros cuadrados.
A diferencia de los Alpes, en Estados Unidos está permitido en todas partes abandonar las pistas de una estación de esquí para esquiar en terrenos no preparados. Las patrullas de esquí vigilan toda el área en su conjunto. De esta manera, cuando cae nieve nueva, Winter Park se convierte en un paraíso para el esquí en nieve virgen.
En las Montañas Rocosas, a la nieve polvo seca la llaman "Champagne Powder". El término se inventó en 1950 en Steamboat. Esta estación de esquí está situada a unos 250 kilómetros al noroeste de Denver. Por cuanto que las zonas de esquí en Colorado están situadas en el interior del estado y, además, en montañas muy altas, el aire allí es muy seco y la nieve tiene poca humedad. Cuando el esquiador atraviesa la nieve profunda después de fuertes nevadas, la nieve se levanta como si fuese polvo. Esta experiencia es maravillosa, sobre todo en los bosques con sus abetos y álamos muy alejados entre sí.
"Tree skiing lo llamamos", dice John Willson. Este jubilado pertenece a un grupo de voluntarios que durante todo el día recorre la estación de esquí con sus 165 descensos para dar recomendaciones y contestar preguntas. También en las zonas de esquí menos conocidas de Estados Unidos, la palabra "Servicio" se escribe con mayúscula.
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Copper es tal vez la estación de esquí de Colorado más infravalorada por los europeos. La ubicación de la estación, junto a una carretera, no parece ser muy atractiva. Sin embargo, el Copper Village está construido de forma tan hábil que uno prácticamente no se entera de la existencia de la carretera cuando está en el pueblo. Y la montaña es fenomenal. Los amantes de la velocidad encuentran entre los 140 descensos pistas anchas y pistas empinadas, en las que muchas veces se entrenan los equipos nacionales. Quien prefiera esquiar en terreno no preparado puede encontrar sobre todo en Copper Peak y Copper Bowl una enorme área de recreo.
Sin embargo, para los expertos el lugar más maravilloso y a la vez poco conocido es Araphoe Basin. La "A-Basin", tal como la población local llama a su montaña favorita, es una leyenda en el mundillo de los esquiadores y snowboarders. La montaña es salvaje y natural, con unas pendientes muy empinadas y exigentes. El 60 por ciento de los poco más de descensos están catalogados como difíciles.
Con una superficie esquiable de unos cuatro kilómetros cuadrados, A-Basin es un enano en comparación con las grandes estaciones. Sin embargo, los telesquíes llegan hasta una altura de 3,977 metros, un récord en Norteamérica que garantiza una temporada larga, más larga que en Aspen y Vail. (www.colorado.com)