Los migrantes generan beneficios económicos, sociales y culturales para todas las sociedades.
El 18 de diciembre la Organización de Naciones Unidas celebra el Día Internacional del Migrante, fecha que en 2017 se centra en la necesidad de garantizar el tránsito seguro a cualquier habitante del planeta que quiera o se vea obligado a cruzar las fronteras de su país para buscar refugio o mejores oportunidades de vida.
Más de 258 millones de personas en el mundo viven fuera del país que los vio nacer.
Aunque la migración es un fenómeno que existe desde tiempos inmemoriales, en el mundo cada vez más globalizado del siglo XXI es cada vez más grande y dada su magnitud la Asamblea General de Naciones Unidas celebra desde el año 2000 el Día Internacional del Migrante.
Está más que probado que los migrantes generan beneficios económicos, sociales y culturales para todas las sociedades.
"Desafortunadamente, la hostilidad hacia los migrantes está aumentando en todo el mundo. Nunca ha sido tan urgente ser solidarios con ellos", señaló António Guterres a propósito de esta conmemoración.
Según el Reporte de Migración Internacional 2018, el trabajo es la principal razón por la que las personas emigran a otros países y la mayoría de estos trabajadores viven en países de altos ingresos donde participan en el sector de servicios. Se estima que hay más de 40 millones de desplazados internos y más 22 millones de refugiados, cifras récord.
La Organización Internacional de Migrantes (OIM) se encarga de hacer un recuento de las víctimas de las migraciones. Se calcula que solo en el Mediterráneo han muerto o desaparecido casi 3,000 emigrantes en 2017 cuando han intentado cruzar a Europa en la que es ya "de lejos la frontera más letal del mundo".
Guterres aseguró que "la migración segura no puede limitarse a una élite del planeta". Por eso es indispensable que la cooperación internacional sea eficaz en la gestión de la migración. Para ello la Asamblea General aprobó en septiembre de 2016 una serie de medidas durante la primera cumbre sobre los desplazamientos de migrantes y refugiados.
La llamada Declaración de Nueva York le exige a los Estados miembros una serie de obligaciones para mejorar la protección internacional de estas personas y abre el camino para la aprobación de dos acuerdos en 2018: uno sobre refugiados y otro sobre la migración organizada, regular y en condiciones de seguridad.
"Nuestro derecho a ingresar debe ejercerse a través de la migración segura y no en un embarcaciones que hacen aguas", declaró William Lacy Swing, director general de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), en una nota publicada con motivo del Día Internacional del Migrante. Y reiteró que este tema es "quizás uno de los desafíos más importantes que enfrenta el mundo de hoy".
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