El hablar otro idioma puede ser muy útil para tus viajes.
En un mundo global es cada vez más importante aprender un nuevo idioma. El tiempo y esfuerzo necesario para lograrlo depende de varios factores. Uno de los más importantes es la lengua materna del estudiante.
Para los hispanohablantes es más fácil aprender una lengua romance o neolatina. Unos ejemplos pueden ser el portugués, francés, catalán, italiano, gallego y rumano. El español forma parte de este tipo de lengua, por lo que su estructura y léxico tiene similitudes que pueden facilitar el aprendizaje.
Las lenguas más difíciles son aquellas que tienen una estructura gramatical muy lejana al español, como el árabe, el mandarín y el japonés. Además, son idiomas con las que no tenemos contacto cotidianamente; por ejemplo, no es común ver películas en estas lenguas o escuchar palabras del día a día, como sucede con los anglicismos.
El hablar otro idioma puede ser muy útil para tus viajes.
Otro aspecto que dificulta el aprendizaje de estas lenguas es que sus alfabetos tienen características muy distintas. Por lo que, si visitas estos países te puedes sentir analfabeta. Basta con comparar nuestro abecedario, que tiene 27 grafías, con el del mandarín que está conformado con más de 250 mil letras.
Por lo que, dependiendo de tus necesidades, elige el idioma que más te pueda servir para tus proyectos de vida.
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