Uno de los secretos de Praga, con un espíritu imperial casi intacto, es su heladería Kavárna Obecní dum
En un edificio elegante, a unas cuantas cuadras de la famosa Plaza Wenseslao, en el Barrio Nuevo de la Ciudad de las Cien Torres, está uno de los sitios más encantadores de la capital checa: Kavárna Obecní dum, que durante el siglo pasado fue uno de los puntos de reunión de los intelectuales praguenses y centro de la vida social.
Cuentan que aquí se reunían a discutir, entre café y postres, los artistas de vanguardia a principios del siglo XX. Los sabores de sus helados y su pastelería son famosos y se han convertido en una tradición que ha pasado de generación en generación.
Nadie sabe cómo empezó, pero los domingos hay colas para deleitarse con un cono para llevar o para sentarse en la cafetería que está en el segundo piso. La decoración es impactante, casi tanto como su sabor. Los altos techos, las lámparas y los muebles art decó reflejan las ambiciones modernas de principios del siglo XX con acento clásico.
Con el tiempo, el menú no sólo abarca postres, también ofrece platillos fríos (quesos y pescados), y son muy solicitados sus sándwiches y ensaladas; aunque definitivamente su prestigio y los premios que ha ganado se deben a su oferta dulce, aunada a una sofisticada selección de tés.
En la actualidad su cocina está comandada por el chef Jaroslav Hájek, quien le ha cocinado a personalidades artísticas y políticos internacionales como Condoleezza Rice. Si quieres vivir una experiencia auténtica en uno de los sitios más señoriales de Praga, ven a tomarte un café y, por supuesto, un postre.