A cinco minutos de Playa del Carmen se erige un concepto hotelero que sorprende por su exclusividad y su arquitectura integrada a la naturaleza.
Mar, arena, vegetación exuberante, manglares… Caminar por el Grand Velas All Suites & Spa Resort es experimentar la naturaleza. Es vivir los distintos tonos de verde, los matices del azul y sentir las texturas de los colores que enmarcan el lujo. Nada de exceso, al contrario, sorprende la sobriedad. Y es que el equilibrio es parte de su secreto.
Este resort está integrado por 493 suites que ofrecen tres ambientes diferentes: Ambassador Pool Suites, sólo para adultos y con alberca privada (con vista al mar). Esta sección ofrece 24 suites decoradas con un toque mexicano, asimismo dispone de un rico menú de almohadas que garantizan el buen descanso.
Ambassador Suites, conformada por 170 suites, ideales para familias con niños. Desde los balcones se aprecia una vista espectacular. Fuera de la habitación la diversión está garantizada con una variedad de restaurantes, bares lounge y alberca a la mano. Por si fuera poco, hay habitaciones para fumadores.
Master Suites, perfectas para grupos de trabajo. Las 204 suites están ubicadas en el interior del resort, rodeadas de vegetación y muy cerca del Centro de Negocios. También en esta zona hay habitaciones para fumadores.
El gran acierto de esta propuesta hotelera all inclusive es que el visitante consigue sentirse apapachado y un individuo especial. Las amenidades están diseñadas para que cada quien tome lo que más le guste en el momento que lo desee. El mayor lujo es sentir que se tiene todo al alcance de la mano, que hay alguien para ayudarte o facilitarte tu estancia, pero que no te persigue, por lo que domina la sensación de libertad.
Otro acierto es la oferta gastronómica. Hay un menú para cada gusto. Y, por si fuera poco, el chef ejecutivo Patrick Louis creó un tour culinario de sabores y especias (una experiencia que todo huésped, sin importar la edad, debe probar). Su propuesta restaurantera está dividida en dos: restaurantes casuales, que a su vez integra a Azul, buffet internacional, abierto de 7 a 23 horas, satisface los gustos de cualquier familia. Ocean Bistró, de estilo francés, está ubicado en la sección de sólo para adultos. Para comer, nada como un quiche, una ensalada o un típico platillo galo acompañado de un buen vino. Chaká está en medio de la selva y su cocina es internacional.
Restaurantes gourmet: empecemos por Frida, especializado en cocina mexicana con un toque moderno comandado por el chef Daniel García Gómez, ¡para chuparse los dedos! Sen Lin está enfocado en la comida oriental, el chef Antonio González Cortazar sorprende con su menú que integra platillos tanto chinos, japoneses y coreanos, como vietnamitas, tailandeses o camboyanos. El Piaf rinde homenaje a la cultura francesa, por supuesto. El chef Michel Mustiere ofrece una experiencia gastronómica inolvidable. Y Cocina de autor, un concepto que es un viaje por olores y sabores de platillos creados por los chefs vascos Bruno Oteiza y Mikel Alonso. Esta opción es sólo para adultos.
El Grand Velas tiene siete bares, un centro de negocios de 8505 metros cuadrados con instalaciones flexibles y de vanguardia. La tecnología de punta es un plus en este lugar acondicionado para que trabajen desde 10 hasta 3 mil personas. Y la cereza del pastel es su spa, localizado en el corazón de la propiedad en un área de 7120 metros cuadrados, con 40 suites dedicadas a la relajación. El menú de masajes y tratamientos es multicultural y nos trae la sabiduría de tradiciones milenarias: Viaje por la India, Travesía del Mundo Maya, el Viaje Mediterráneo, Camino a la Naturaleza y Travesía Europea. Diana Mestre ha sido la asesora de este concepto de bienestar que se complementa con clases de yoga, tai chi, meditación y un fitness center de alta tecnología.
Grand Velas propone otra manera de vivir los all inclusive y de experimentar el lujo. En el kilómetro 62 de la carretera Cancún Tulum, está el paraíso.