Un hotel verde, y centenario, que hace honor a la modernidad de San Francisco
Fiel a su filosofía de hacer el bien, este hotel estucado de hace más de 100 años resurge para ser verde.
Posee 117 habitaciones, todas con camas de plataforma elaboradas con madera recuperada, papel tapiz de materiales reciclados y candelabros hechos con botellas de vidrio de agua Voss.
En el lobby, un expendedor automático vende carteras hechas de paquetes de FedEx reciclados. Relojes cucú de época y una cabina de fotos de la vieja escuela hacen que aquí el ambiente se mantenga divertido.
Algunas bonificaciones agradables son el préstamo gratuito de bicicletas Globe y poder usar la alberca al aire libre provista con calderas de la propiedad hermana, Americania (a partir de 99 dólares), cruzando la calle.
Desde 109 dólares.