Descubre Friburgo, la ciudad conocida como “La Selva Negra” que está llena de viñedos, actividades culinarias y de reconexión con la naturaleza.
Comprar flores, hierbas orgánicas, vinos y quesos locales en el mercado de Münstermarkt mirando la catedral Münster, bañarte en el río Dreisam, visitar el lago Waldsee después de jugar mini golf en medio del bosque y relajarte con una cerveza tradicional en Feierling son algunas de las actividades que podrás disfrutar si decides visitar la ciudad pintoresca de Friburgo en Alemania.
Comprar en el mercado Münstermarkt con vista a la catedral Münster
Los habitantes de Friburgo reiteran que se trata de un milagro, pues el edificio quedó totalmente intacto después de que la ciudad fuera bombardeada y destruida durante la Segunda Guerra Mundial. La construcción de la catedral gótica duró más de 300 años. Además significa una conexión totalmente espiritual pues las agujas de la torre rozan suavemente el cielo. Su campana, Hosanna, tiene alrededor de 750 años y pesa tres toneladas, creando sonidos magníficos, melancólicos e imponentes.
Podrás admirar de su belleza arquitectónica mientras disfrutas de las compras locales en el mercado Münstermarkt, el cual se puede visitar todos los sábados en las mañanas hasta las 14:00 horas. Podrás encontrar puestos de quesos, salchichas, flores, vinos de todo tipo y calidad, además de apoyar la producción orgánica y local. Es un auge colorido para los goces de la vista y también para los aficionados culinarios.
Relajarte con una de las mejores cervezas en Friburgo
La taberna Feierling Biergarten es la más antigua del centro de la ciudad de Friburgo y fue creada por Julius Feierling en 1877. Un biergarten es básicamente una terraza en la cual se sirve comida típica alemana y exclusivamente cervezas. La más famosa y tradicional es la cerveza “Inselhopf”, es una lager rubia, ecológica con unos tintes únicos de levadura deliciosa. También podrás probar de la cerveza “Radler”, conocida por su mezcla de sabor con limón. Es un ambiente bastante amigable al aire libre, en donde los meseros y meseras brindan el mejor de los servicios repartiendo a toda velocidad las jarras de cerveza.
También, te recomendamos acompañar tu bebida con los platillos locales y deliciosos de la cocina alemana como los pretzels a un lado del queso Obatzda, una mezcla de Cambert con queso crema, cebolla, polvo de pimientos y otras especias.
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Recorrer la ciudad en bicicleta a los alrededores del río Dreisam
La ciudad de Friburgo cuenta con varias tiendas de alquiler de bicicletas para que aproveches al máximo el aire libre y puedas explorar todos los rincones hasta llegar a las afueras. Una de las actividades clásicas para los locales es bañarse con amigos en las aguas heladas del río Dreisam, mientras que los pajarillos cantan en el fondo y los árboles llorones abrazan el paisaje. El agua es completamente cristalina con una corriente bastante fresca, que mantiene a la ciudad templada. Puedes llevar un buen libro, una deliciosa botella de vino local y un gran grupo de amigos para disfrutar de la naturaleza.
Visitar el lago y terminar jugando mini golf
Puedes adentrarte para una caminata en el bosque y encontrar un lago hermoso lleno de libélulas multicolor en el lago Waldsee. Está en medio de una zona arboleada y podrás rentar botes para explorar las aguas, además de refrescarte en la terraza con una lager. Después de admirar los paisajes, te recomendamos otra actividad al aire libre llena de diversión por tan sólo 5 euros y a 15 minutos del lago. Se trata de un campo de mini golf con 18 hoyos, que van incrementando de dificultad. Estarás sumergido en los sonidos de la naturaleza, lo cual llega a convertirse en un ejercicio de relajación y contemplación.
Disfrutar de la arquitectura de la ciudad con los pies sumergidos en los
Toda la ciudad de Friburgo se encuentra rodeada de los canales denominados Bächle, en donde los friedburgueses suelen sumergir los pies para escapar del calor. El agua que corre y fluye en ellos proviene del río Dreisam. Pero cuidado, cuenta la leyenda urbana que si te caes accidentalmente, el amor de tu vida y futuro cónyuge será un alemán de Friburgo. Podrás observar a niños jugando con barcos hechos de madera, jóvenes disfrutando de conversaciones y vinos deliciosos y a turistas relajándose acompañados de un helado en los canales.
Alessandra de Zaldo es una fotógrafa mexicana que radica en Budapest. Estudió en la Escuela Activa de Fotografía. Fue interna en Alturas Wildlife Sanctuary y ahí confirmó su pasión por la conservación de especies amenazadas. Ahora es colaboradora asidua de National Geographic en Español.
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