Ningún lugar espera la celebración del Día de Muertos como Michoacán.
Si bien todo México se viste de flores para recibir el primer fin de semana de noviembre, ningún estado lo espera tanto como Michoacán. La celebración de Día de Muertos en el lago de Pátzcuaro es una de las más ricas y coloridas en el país.
Iniciamos el viaje entrada la noche del 1 de noviembre, cargados con más ropa abrigadora (y nísperos para ofrendar) que equipo de foto. Visitamos Santa Fe de la Laguna, cuya plaza de armas se convierte en una cancha por la que rueda una bola prendida de fuego, el cementerio de San Francisco Uricho, donde se coloca uno de los arcos florales más altos para que los difuntos crucen el umbral entre mundos, y el pueblo de Arocutín, cuyo cementerio nos sorprende con ?una tumba hecha para todas aquellas almas que nadie se acuerda de ellas [sic]?.
Entérate de la técnica para fotografíar escenas como la noche de muertos en la revista National Geographic Traveler.