Selva, saltos de agua y la fuerza de una naturaleza imposible de domesticar.
Agua es vida. Esto los sabían los indios guaraníes que habitaban las provincias de Misiones y Corrientes, en Argentina, y por eso llamaron Iberá e Iguazú, a dos maravillas naturales donde todo gira en torno al agua. «I» significa agua en guaraní, «guazú» grande y «berá», brillante. Iguazú, agua grande, Iberá, agua brillante. Las cataratas del Iguazú forman parte de uno de los parques nacionales argentinos más visitados y los Esteros del Iberá es un enorme humedal, a 270 kilómetros, que está despertando como destino turístico.
Hay dos maneras de llegar a Iberá desde Buenos Aires. Una es viajar casi nueve horas en autobús o en auto hasta la ciudad de Mercedes, en Corrientes, al sur del estero, y la otra es volar a Posadas, la capital de la provincia de Misiones, al norte. En ambos casos, una camioneta todo terreno deberá luego internarse por los caminos de tierra roja y cruzar vados, hasta llegar a algunas de las pocas hosterías de la región.
A pesar de que se los llama en plural, esteros del Iberá, el estero es uno solo, una gran extensión de agua de 13 mil kilómetros cuadrados de poca profundidad y cubierta de vegetación en su mayor parte. Se lo ve verde, pero es agua. Se trata del humedal de agua dulce más grande de la Argentina donde viven pacíficamente cuatro mil especies de flora y fauna. Ya en el camino desde Mercedes o Posadas, empiezan a verse los primeros animales: carpinchos, zorros, venados y pájaros cruzan la carretera como dueños de casa. La reserva Rincón del Socorro, a una hora de Mercedes, no es sólo una buena opción para hospedarse, sino para conocer en profundidad la naturaleza y sus reglas. Su dueño, el excéntrico estadounidense Douglas Tompkins, se ha empecinado es restaurar el ecosistema, como ya ha hecho en el sur de Chile y en la Patagonia argentina. Creador de la marca de ropa de montaña North Face, ahora gasta su fortuna en rescatar especies en extinción y en preservar de la erosión a sitios como éste. Valeria y Leslie Cook son los anfitriones y para demostrar que aquí la naturaleza es la protagonista, Leslie lleva a los huéspedes a un safari nocturno. Con una mano maneja la Land Rover y con la otra un potente farol con el que ilumina una manada de zorros comiendo un carpincho muerto, una familia de zorrinos, mulitas y vizcachas. De pronto creímos escuchar el aullido del misterioso aguará-guazú, una especie de lobo-zorro de abundante pelaje y patas largas que le permiten andar por los pastizales. En una época era cazado con saña porque se creía que encarnaba la leyenda del hombre lobo. Hoy, que su caza está terminantemente prohibida, se lo ve cada tanto, solitario y esquivo.
Después de la aventura, la mesa servida es una bendición: la huerta orgánica provee casi toda la materia prima. Junto a la chimenea, la bióloga Sofia Heinonen, cuenta con pasión el trabajo que conduce en la reserva: están reintroduciendo un animal extinguido en la región, el oso hormiguero. Ya llevan 10 ejemplares traídos de otra zona del país y ha nacido el primero.
El paseo en bote es la razón principal de conocer los esteros. En silencio, el bote se desliza con remos y con un botador, un largo palo con el que se empuja desde el fondo. Se abre pase entre camalotes enormes, hojas redondas como mundos, y flores que brillan más que el agua: aguapés violetas, amapolas amarillas, estrellitas de agua blancas y otras plantas hidrófilas. Y, de repente, en medio de ese mundo verde flotante, se asoman dos ojos y una fila de dientes, un yacaré. Los yacarés de Iberá pueden medir hasta dos metros y pesar 55 kilos, se los ve por todo el paseo, solos o en grupo, sumergidos o tomando sol en un embalsado ?pequeña isla que flota y se desliza con la ayuda del viento?, persiguiendo a carpincho desprevenido. Los pájaros son los otros grandes protagonistas del paseo, variedades de garzas, patos, cigüeñas, entre ellas la yabirú que puede medir más de un metro de alto.
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Para una comprensión completa del paisaje, nada mejor que recorrer la orilla del estero a caballo. Ya no se verán de cerca yacarés ?por suerte para los caballos y sus jinetes? pero sí zorros, ciervos, venados, vizcachas, liebres, hurones algún mono aullador, comadrejas, mulitas, ñandúes y, con más suerte, gatos montés. Dicen que también hay pumas y que al rey del estero, el yaguareté, el felino americano más grande, no se lo ve desde 1930.
Al cruzar el estero en avioneta Rincón del Socorro tiene varias o al recorrer la orilla en camioneta, en dirección Norte, hay un criadero de yacarés, Yacaré Porá, que está dentro de la propiedad de Puerto Valle, un hotel encantador junto al río Paraná. En el restaurante preparan varios platos con carne de yacaré ?se come sólo la cola? de sabor similar a la rana: pinchos de yacaré con salsa de ostras, ravioles de yacaré y yacaré relleno con arroz al curry y leche de coco. Desde Puerto Valle se pueden hacer paseos en lancha por el Paraná y visitar a represa hidroeléctrica Yaciretá.
Posadas, la capital de la provincia de Misiones, está a 50 kilómetros al norte de Puerto Valle. La tierra se vuelve cada vez más roja y la selva más tupida. Entre las ruinas jesuíticas de San Ignacio y las cataratas, está el pueblo Puerto Libertad, donde el hotel Puerto Bemberg, sumergido en la selva a orillas del río, permite disfrutar de la exuberancia de la naturaleza en intimidad. Concebido inicialmente como una posada literaria en la que el viajero iría a instalarse varios meses para leer y descansar, hoy conserva algo de ese espíritu a juzgar por la imponente biblioteca con más de dos mil ejemplares. Un piano de cuarto de cola, obras de arte y una cocina de autor con ingredientes locales, son la combinación ideal para relajarse antes o después de visitar las cataratas con decenas de miles de personas más. La estadía incluye una caminata guiada por la selva en la que hay que cruzar un puente colgante, subir y bajar por estrechos senderos para descubrir saltos de agua y vistas panorámicas del Paraná. Es imperdible también el paseo en lancha por el río y la visita al salto Yasi.
El broche de oro del viaje es, sin duda, el gran Parque Nacional Iguazú, que precisa un mínimo de dos días para recorrelo. Se trata de 67.620 hectáreas protegidas con 275 saltos de agua que puede verse desde arriba o desde abajo, a lo largo de las pasarelas del circuito inferior y del superior, o bien desde el agua, en alguna de las excursiones lacustres. Tucanes con picos pintados por Miró, monos, coatíes y centenas de mariposas son parte de la fauna con la que el viajero no deja de toparse a cada paso. La atracción central es la Garganta del Diablo, una herradura de 150 metros de ancho que cae 80 metros. Tan colosal es la caída que los borbotones de agua y espuma no dejan ver qué hay abajo. El ruido ensordecedor y la bruma que se eleva se advierten desde varios kilómetros a la redonda. Para llegar hasta allí, es necesario tomarse el tomarse el Tren de la Selva y caminar 2080 metros por una pasarela sobre el agua. Hay dos tipos de excursiones náuticas, las contemplativas y las adrenalínicas. La contemplativas parten de la Estación Garganta del Diablo en balsas que se internan por pequeños brazos del río y permiten apreciar la selva en galería y avistar fauna. La adrenalínica es recorrer en una embarcación potente el cañón del río Iguazú, la Garanta del Diablo, el salto Tres Mosqueteros y terminar empapándose bajo el salto San Martín. El desembarco se hace en Puerto Macuco, donde camiones de doble tracción traen de vuelta a los mojados turistas, mientras una guía señala los árboles de la selva y detecta alguna serpiente. El parque cierra a las 18 horas, a excepción de las noches de luna llena que los animales organizan una fiesta privada, y el viajero espía más extranjero que nunca.
QUÉ, CÓMO Y CUÁNTO
Traslados en Iberá
Fermín Benitez Cruz
Tel. (54-9) 3773-403967
ferbenitezcruz@hotmail.com
Rincón del Socorro, Corrientes
Tel. (54) 3782-497172
www.rincondelsocorro.com
Desde 220 dólares la habitación doble.
Puerto Valle
Ruta Nacional 12, km 1282, Corrientes
Tel. (54) 3786-425700
www.hotelpuertovalle.com
Desde 228 dólares la habitación doble con desayuno,
325 dólares con todas las comidas.
Tarifas válidas hasta el 20 de diciembre.
Posada Puerto Bemberg
Fundadores Bemberg s/n, Puerto Libertad, Misiones
Tel. (54) 3757-496500
www.puertobemberg.com
Desde 380 dólares la habitación doble con todas las
comidas, sin bebidas alcohólicas.
Tarifas válidas hasta el 14 de octubre.
Parque Nacional Iguazú
www.iguazuargentina.com
Entrada 22 dólares.