La cocina y la vida nocturna de Guanajuato viven hoy un nuevo esplendor impulsado por la vitalidad de los universitarios que a diario recorren las callejuelas coloniales.
A la capital cervantina la envuelve un aire incomparable, con su terreno montañoso armoniosamente asimétrico y sus túneles subterráneos, que funcionan desde la década de 1960 luego de que el río fuera entubado. Cada callejón y edificio hace eco de la opulenta ciudad minera que se hiciera famosa luego del descubrimiento de ricas vetas de oro y plata. Guanajuato fue fundada en 1570 y significa «monte de ranas» en lengua purépecha. Para descubrir la Muy Noble y Leal Ciudad de Santa Fe y Real de Minas de Guanajuato, como fuera llamada por el rey Felipe V en 1741, hay que conocer sus cuatro mayores atractivos.
Recorre sus minas
La ciudad logró fama luego de que en el siglo XVI se descubriera la veta de San Bernabé y luego la mina Valenciana, en el siglo XVIII. La mina experimental El Nopal que data de 1868, ofrece visitas guiadas que muestran las desigualdades durante la época Virreinal. Los recorridos por la emblemática Mina de Rayas, la primera mina en la ciudad, y Mina de Cata merecen una visita obligada.
Descubre la ciudad a pie
Comienza en el teatro Juárez, un excelente punto de referencia para moverte por todo el centro histórico. Vale la pena visitar el teatro, comparado con el Teatro de Ópera de París, la entrada cuesta 35 pesos y dentro hay personas que ofrecen una visita guiada por una propina extra. Fue uno de los primeros teatros modernos de México que contaban con luz eléctrica.
Continuamos nuestro recorrido hacia el Museo Iconográfico del Quijote, el más importante del mundo en su género, que posee más de 800 piezas que representan la figura del Quijote. Muy cerca de aquí se encuentra el puente (Cuesta del Tecolote) por donde Miguel Hidalgo bajó junto con el Ejército Insurgente para tomar la ciudad, un sitio pintoresco donde puedes parar a tomar un café. Siguiendo la ruta de Hidalgo decidimos partir hacia la Alhóndiga de Granaditas. El Museo del Pueblo, una casona del siglo XVII que pertenecioó al Marqués de Rayas (Positos No. 7), alberga una colección de artesanías, pinturas de la época virreinal y obras de artistas locales como la del muralista José Chávez Morado, el mural que se encuentra en la capilla muestra el Guanajuato de ayer y el contemporáneo, la entrada cuesta 25 pesos. Cerca también se localiza el Museo Casa Diego Rivera (Positos 47), abierto desde 1975 en lo que fuera la casa natal del famoso pintor mexicano, se exhibe su obra junto con exposiciones temporales, en la planta baja hay muebles de época que retratan la vida a principios del siglo XX. Sin más distracciones llegamos a la Alhóndiga de Granaditas (Calle de Mendizábal 6), un majestuoso edificio de estilo neoclásico que fue construido para ser bodega de granos en el siglo XVIII, ya que la existente no abastecía la demanda de la próspera ciudad minera, es uno de los edificios de mayor significación simbólica en la Independencia Mexicana, lugar donde el héroe popular El Pípila sacrificara su vida para la toma de la ciudad.
De regreso a la Plaza de la Unión se localiza el Museo Ex-Convento Dieguino, debajo del templo de San Diego, visita este lugar para conocer el estilo de arquitectura religiosa durante el siglo XVII, la estructura que pudo ser rescatada se mantiene casi intacta y algunos muros conservan la pintura original.
Prueba su cocina
El centro de Guanajuato tiene muy buenos restaurantes de cocina mexicana e internacional. A un costado del Teatro Juárez, está el Café Galería, su dueño Ricardo Herbert tiene tres restaurantes más y el café resulta ser el de mayor antigüedad. Sus mesas al aire libre hacen descubrir un poco de la vida local; justo enfrente se localiza La Catrina, aquí encontrarás los mejores dulces típicos de la región con un toque diferente, ¿mis favoritas?: las gomitas de chamoy y café. Para relajarte prueba el mejor café de la ciudad, es decir, el Café tal, cuyos granos vienen de Coatepec, Veracruz, se trata de un lugar silencioso donde los jóvenes suelen acudir con sus computadoras, cuando llegamos sólo se escuchaba el sonido de las teclas.
No hay que perderse el Mercado Hidalgo, una construcción de aire europeo de finales del siglo XIX. La trattoria de Elena ofrece un menuú con comida auténtica italiana. Acomódate en un balcón con vista al teatro, y pide la especialidad de la casa, el platillo La divina comedia, una combinación de medallones de res con camarones en salsa de cuatro quesos.
Vida nocturna
No hay que perderse las Callejoneadas, donde estudiantinas recorren callejuelas para cantarte las leyendas de la ciudad y darte un poco de vino. Para unas copas, visita la Plaza de San Fernando, llena de bares y restaurantes. Un pequeño callejón conduce al restaurante bar La Clave Azul (Segunda de Cantaritos 31). Es imperdible que visites alguna de sus cantinas más tradicionales como El Incendio, mejor conocido como FBI (Famoso Bar Incendio) o La vida sin ti, desde años preferido de los artistas locales.
LOGÍSTICA
El viaje en auto desde la ciudad de México es de unas cinco horas. Aeroméxico tiene vuelos directos de una hora desde el DF.
El Hotel Antiguo Vapor (Galarza 5), ofrece un delicioso desayuno con recetas muy mexicanas. www.hotelavapor.com.
El hotel Hacienda el Marqués (carretera Guanajuato-Irapuato), a 25 minutos de Guanajuato, es una hacienda de 1557. www.elmarqueshacienda.com.