Atrévete a vivir una de las experiencias más desafiantes en el aire.
Lo deportistas extremos coincidimos en que el paracaidismo ofrece una de las experiencias más intensas que se pueden realizar en esta vida, pero por si eso no fuera suficiente hoy el Wingsuit Flying desafía todo lo establecido: el paracaidista enfundado en un traje de ardilla voladora realiza vuelos espectaculares saltando de aviones, globos, puentes y acantilados.
Volar es uno de los sueños más recurrentes del ser humano. Muchos paracaidistas encontramos en la caída libre una vía de hacer este sueño un poco más real, aunque con bastantes limitaciones.
Con el desarrollo de los trajes de alas el ser humano ha conseguido enfrentarse a la naturaleza en esta lucha contra la razón y volar con su propio cuerpo, recorriendo distancias y alcanzando tiempos de vuelo impensables.
La ardilla voladora
Los diseños de la naturaleza constantemente han influido en el diseño de la tecnología que usamos; ejemplo de esto son los trajes de paracaidismo conocidos como wingsuits, inspirados en el vuelo de las ardillas voladoras, que permiten al paracaidista desplazarse diagonalmente durante la caída libre, volando por grandes distancias antes de abrir el paracaídas.
El traje de wingsuit es una membrana de tela que une brazos y piernas, de esta manera crea una mayor resistencia contra el aire y minimiza notablemente la velocidad de caída. Mientras que en un salto normal la velocidad de caída suele rondar los 200 km/h, y en el mejor de los casos se alcanza una velocidad horizontal aproximada de 30 km/h, con el traje de alas se reduce la velocidad de caída a 60 km/h, y permite avanzar horizontalmente a un promedio de 170 km/h, si bien en ocasiones se llegan a alcanzar velocidades de hasta 260 km/h.
Los primeros diseños de estos trajes datan de las décadas de los años treinta a cincuenta, aunque hubo muchos accidentes fatales, por lo que se dejaron de utilizar hasta que en los años ochenta el paracaidista francés Patrick de Gallardon (responsable también del skysurf), creó un traje con tecnologías modernas. Fabricó alas que unían brazos y piernas, con las técnicas de entrada de aire propias del paracaídas. Su avance fue notable, sin embargo murió probando su invento.
En 1998, el finlandés Jari Kuosma y el croata Robert Pecnik se unieron para crear un traje que fuera seguro y accesible para los paracaidistas; crearon, entonces, la empresa BirdMan Inc. El primer traje diseñado por Robert Pecnik para el público en general fue el BirdMan?s Classic.
BirdMan también fue la primera compañía en promover el uso seguro de trajes aéreos, ya que ofrecía programas de instrucción. El programa fue creado por Jari Kuosma y buscaba erradicar el estigma de que los trajes aéreos eran peligrosos para que los paracaidistas pudieran disfrutar con seguridad de este deporte, considerado alguna vez como el más peligroso en el mundo del paracaidismo. Posteriormente, Phoenix-Fly, Fly Your Body, y EG Wingsuits desarrollaron sus propios programas de entrenamiento.
Gracias a estos trajes se han realizado impresionantes hazañas como la realizada por el equipo español de Red Bull Proyecto Alas, que cruzó el Estrecho de Gibraltar. Los integrantes saltaron sobre Marruecos y durante la caída de seis minutos a 208 Km/h recorrieron una distancia de 20,448 metros. Aterrizaron en España, así unieron dos países y dos continentes en uno de los vuelos de este tipo más largos de la historia.
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Cómo volar con un wingsuit
Para aprender a volar con wingsuit se debe tomar un curso de paracaidismo y realizar al menos 250 saltos antes de participar en el curso homologado por la (USPA) United States Parachute Association, y así usar un traje para principiantes; poco a poco y con mucha práctica podrás utilizar trajes más avanzados. Hoy día estas vestimentas incluyen los últimos avances en tecnología para volar durante más tiempo y con mayor seguridad.
La técnica de vuelo difiere del paracaidismo tradicional. Una vez que saltamos, tenemos que adoptar la posición de vuelo y tratar de mantener rígida y en tensión la tela que une piernas y brazos para lograr el máximo rendimiento lo cual aunque resulta muy cansado, es muy emocionante.
Las sensaciones también son completamente distintas. «En vez de caer, tienes la percepción de que estás volando. Sobre todo si vas acompañado con más gente y si durante el vuelo atraviesas por nubes. Conforme practicas y ganas experiencia puedes realizar distintas maniobras acrobáticas, como si fueras un pájaro«.
En México puedes tomar un curso en la zona de salto de Cuautla, Morelos, ahí tuve la oportunidad de conocer al equipo Red Bull Air Force formado por 12 de los mejores paracaidistas y pilotos de parapente del mundo, quienes han realizado mas de 130 mil saltos de paracaídas y cinco mil saltos de B.A.S.E. A lo largo del año participan dando exhibiciones por todo el orbe. Junto con ellos volamos sobre el lago de Valle de Bravo, en los volcanes Nevado de Toluca y Popocatépetl, incluso hicimos saltos desde globo y helicóptero sobre el espectacular sitio arqueológico de Teotihuacán.
Por el Canal de la Mancha
Una variación importante del wingsuit flying es el wingpack. Este invento es una ala rígida hecha de fibra de carbono la cual tiene un coeficiente de desplazamiento de seis a uno (por cada metro de caída el paracaidista vuela seis). Con esta ala el paracaidista austriaco Felix Baumgartner cruzó volando en caída libre el Canal de la Mancha. Saltó sobre la ciudad de Dover, Inglaterra, y voló hasta Calais, Francia, con una ala de fibra de carbono de 1.8 metros atada a su espalda. Esto es lo más cercano que ha estado un ser humano de volar sin un medio motorizado. Durante la caída alcanzó velocidades superiores a 360 km/h. Además de su ala y su paracaídas iba equipado con una botella de oxígeno, un localizador GPS para que lo pudieran rastrear con los radares y minicámaras de TV instaladas en las alas. En seis minutos con 22 segundos de caída libre cubrió una distancia de 36 kilómetros. Baumgartner abrió su paracaídas y aterrizó sano y salvo en la costa francesa en Cap Blanc-Nez cerca de Calais logrando así la máxima proeza aérea de su carrera y de las leyes de la física.
LO QUE DEBES SABER
Actualmente la versión más extrema del Wingsuit
es la que están realizando paracaidistas de salto
B.A.S.E., quienes se encargan de llevar este deporte
al límite saltando desde acantilados y realizando
vuelos rasantes a las paredes rocosas.
Otro récord importante fue el realizado el 12 de
noviembre del 2009 en el que volaron con wingsuit
68 paracaidistas en formación sobre el lago
Ellsinore, California.
Contactos
www.skydivecuautla.com
www.redbullairforce.com
www.felixbaumgartner.com
www.flyyourbody.com