El Palmar, en Ixtapa-Zihuatanejo, es la playa más larga del mundo en contar con una certificación de calidad ambiental
Biodiversidad, residuos sólidos, seguridad, educación ambiental y calidad del agua son algunos de los aspectos que se miden al evaluar la calidad de una playa, certificación que puede conseguirse en México desde 2006. No obstante que su obtención no es obligatoria, a algunos destinos turísticos les interesa para mejorar su imagen al contribuir a la conservación del medio ambiente, aspecto al que cada vez más turistas son sensibles. Hasta la fecha, en México 14 playas ya tienen dicha certificación.
Lo mejor de El Palmar: agua limpia
Tras dos años de intenso trabajo para cumplir con lo establecido por la norma NMX 120 con el fin de obtener este certificado, la calificación obtenida por esta playa del estado de Guerrero fue ?muy bueno? (2), cuando la máxima es excelente (3). Esta parece inalcanzable pues, dada su extensión, El Palmar debería tener un acceso más para el cual no queda un solo espacio, pues todos los terrenos son colindantes.
Lo anterior no desanima a Lizette Tapia Castro, jefa de proyectos de la Dirección de Ecología local, quien ponderó en entrevista las fortalezas de estos 2655 metros: ?entre los elementos que se evalúan para certificar una playa solamente dos son indispensables: la calidad bacteriológica del agua y el cumplimiento al trato digno de los animales según la Ley General de Vida Silvestre.
Este no aplica y la calidad del agua tiene un promedio de -10 enterococos/100 ml de agua, cuando la norma admite 100 enterococos/100 ml de agua?. Las pruebas son analizadas por un laboratorio autorizado por la Cofepris (Comisión Federal de Riesgos Sanitarios), aclara Lizette: ?las muestras se toman mensualmente en seis puntos a lo largo de la playa, además de otras a 200 metros de zona marítima y 800 metros de zona terrestre adyacentes?.
No te pierdas la segunda parte de Playas limpias certitifcadas el próximo martes 18 de septiembre.