En esta ciudad, donde se filmó la película Australia, aún es posible andar por las calles descalzo y disfrutar de arte contemporáneo.
Llego a Darwin una mañana de domingo y me dirijo directamente al mercado Parap, ahí me compro, en el puesto Mary?s Laksa, un jugo de mango con lima y un tazón humeante de laksa malasia (sopa de fideo tradicional), se trata de una sopa espesa, hecha con leche de coco y chile.
Este mercado es el lugar perfecto para dominguear por su colorido, su ruido y movimiento. Los sabores asiáticos dominan; la gente hace fila para comprar brochetas de carne satay, paquetes de arroz preparado con coco y ensalada paw paw (preparada con pimientos, miel, soya y coriandro). Ahí me topo con Jonio, un hombre que viste pantalones cortos y tiene un afro un poco encanecido.
«¿Qué harás hoy?». «Iré al Sandbar», respondo. «¿El nuevo lugar de moda verdad? Tienen que llevar zapatos», dice Jonio.
Los zapatos y la camisa son vistos a veces como formalidades innecesarias en esta relajada ciudad tropical, ubicada en la punta de la costa norte de Australia, donde existe una mezcla entre el Ockerdom australiano (nacionalismo australiano exagerado y tosco), las culturas indígenas locales e influencias asiáticas.
Es, además, una de las urbes de más rápido crecimiento (40 por ciento de la población ha llegado en los últimos 40 años). Lo que fue alguna vez un pueblo fronterizo bastante rudimentario, lleno de mineros, pescadores de perlas y red-necks, se ha sofisticado cada vez más y más.
En Darwin se han construido elegantes casas con vista al muelle, restaurantes, spas, bares y galerías de arte aborigen australiano, como la Karen Brown Gallery y la Mbantua Gallery, una de las colecciones privadas de arte aborigen más grandes del mundo.
En varios restaurantes, que miran hacia la Bahía Cullen, sirven platillos locales preparados con productos típicos del lugar, como cangrejo, canguro, cocodrilo y barramundi, un pescado local (pruébalo en el restaurante La Beach). Después de visitar el Darwin Wharf Precinct (el puerto), no debes perderte del Indo Pacific Marine, un ecosistema marino de arrecife de coral.
Más tarde visita el Crocodylus Park, un criadero de cocodrilos donde podrás verlos muy de cerca. Finalmente dirígete a Stokes Hill Wharf (área de restaurantes) para cenar mariscos frescos mientras disfrutas de las vistas del puerto.
Si buscas diversión nocturna, lánzate al Star City Casino y al bar Sandbar, que da a la famosa Playa Mandil, los lugareños aseguran que es el bar más sexy de Darwin.
Veo la puesta del sol sobre el Mar de Arafura mientras espero a unos amigos en el muelle, queremos ir al Mai Tais.
El lugar está casi vacío. Pregunto dónde está la gente. Me responden que fueron a sus casas por zapatos. Tal vez Darwin es, todavía, una ciudad provinciana.
Logística |
Los vuelos internacionales a Darwin desde Singapur van desde 500 dólares. Vuelos diarios directos desde ciudades importantes australianas (en aerolíneas como Qantas o Jetstar) van desde 135 dólares. El Sandbar www.starcitydarwin.com.au. Karen Brown Gallery +618-8981-9985, www.karenbrowngallery.com. Mbantua Gallery +618-8941-6611, www.mbantua.com.au. Northern Territory Tourism, |