El invierno se acerca y las ganas de esquiar aumentan.
Los Alpes se extienden más de mil kilómetros en Europa central, se trata de uno de los sistemas montañosos más bellos del mundo, y en la costa mediterránea francesa -en la frontera entre Italia y Francia- está uno de los resorts de esquí más famosos y exclusivos del orbe: Serre Chevalier.
Debido a su cercanía con el Mediterráneo, en Serre Chevalier hay más días soleados que en ningún otro destino de esquí europeo; de hecho, el sol brilla 300 días al año. Aquí, la temporada de esquí va de noviembre a mayo y un buen esquiador puede recorrer más de seis mil metros de desnivel en una jornada.
Serre Chevalier forma parte de la cordillera Grand Serre Che, donde se yerguen las cimas de los Ecrins (4102 metros sobre el nivel del mar ?msnm?), la Meije (3983 msnm) y el Monte Pelvoux (3946 msnm), entre otros. A los pies de estos gigantes de hielo se extienden valles y bosques de alerces centenarios que albergan una amplia variedad de pinos.
Entre Col du Lauteret y Durance existen 13 pueblos de montaña de gran riqueza histórica donde te puedes hospedar para gozar de la área inmensa de esquí de la Grand Serre Che, que tiene cuatro estaciones de esquí principales ubicadas en Serre Chevalier: Briançon (1200 msnm) Saint-Chaffrey (1350 msnm) Villeneuve- la-Salle (1400 msnm) y Le Monêtierles- Bains (1500 msnm).
Este es el paraíso para los deportes invernales, de donde han surgido figuras notables del esquí, como el campeón Luc Alphand. Todas las estaciones están en poblados pintorescos y tradicionales, con restaurantes y hospedaje de gran calidad, así como spas, boutiques, tiendas para renta de equipo y un sistema de remontes mecánicos excelente, que entre telecabinas, telesillas, teleféricos y telesquís, suman 77 y te llevarán a descubrir 250 kilómetros que cubren 110 pistas (14 negras, 45 rojas, 32 azules y 19 verdes).
BRIANÇON
La puerta de entrada a Serre Chevalier es la ciudad de Briançon, considerada la más alta de Europa. Los primeros grupos que se asentaron en los valles de Serre Chevalier fueron los visigodos, luego los francos y los lombardos; ya para 1024 la región pertenecía al delfinado y era parte del principado de Briançon.
Por su patrimonio arquitectónico, fue designado Ville d’Art et d’Histoire, y por su ubicación geográfica (es paso natural de montaña y frontera con Italia) ha formado parte de importantes sucesos históricos, como el paso de Napoleón, y deportivos, como el Tour de France. Esta ciudad fue asediada en múltiples ocasiones por sus vecinos italianos, por lo que en 1692 el rey Luis XIV la mandó amurallar.
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Desde entonces Briançon es conocida como la ciudad de las fortificaciones de montaña. Las más importantes son el Fort des Salettes, del siglo XVIII y XIX, y Le Fort des Têtes, de los siglos XVIII y XIX, desde esta murallase puede contemplar la ribera del río Durance, la plaza de armas, las fosas y el resto de las murallas.
En esta pequeña ciudad parece que el tiempo se detuvo entre sus callejuelas y relojes de sol. A lo largo de sus dos principales calles se ubican restaurantes de cocina tradicional donde puedes disfrutar de un delicioso fondue o una raclette, o donde puedes comprar minerales, relojes y chocolates.
Otro sitio que no debes dejar de visitar por su historia y arquitectura es L?église des Cordeliers, edificio del siglo XV, que sólo es posible visitar en un tour de hora y media. Aunque sus elementos arquitectónicos románicos y góticos son espectaculares, el atractivo principal de esta iglesia son los murales que decoran la capilla (siglos XV y XVI).
LA CONQUISTA DE LA MONTAÑA
La aventura comienza cuando el sol apenas ilumina las montañas. Ponte lentes oscuros para que no te deslumbre la nieve. Si no cuentas con equipo acércate a cualquier tienda donde rentan equipo de esquí y snowboard. En seguida, compra un forfait (pase para subir en los remontes mecánicos, además, ahí te entregarán un mapa de pistas).
Si aún no eres esquiador, puedes iniciarte en la École de Ski Francaise, en el Bureau des Guides o en la École de Ski Buissonniére, ambas con servicio para todos los niveles.
Un buen lugar comenzar para tu aventura de esquí es el poblado de Chantemerle. Para llegar hay que tomar un autobús, incluido en tu forfait, que parte cada 20 minutos de Briançon. De Chantemerle parte el teleférico hasta la cima de Serre Chevalier (2491 msnm). La emoción empieza al abordarlo y contemplar el paisaje desde las alturas.
En el horizonte las cumbres nevadas se van sucediendo: a cada metro que asciendes el paisaje cambia dramáticamente. El primer tramo del teleférico acaba en Serre Ratier, con restaurante, servicios médicos y un lugar ideal para que los niños tomen sus cursos de esquí. Es increíble ver a pequeños que apenas caminan, deslizarse por las pendientes.
El segundo tramo del teleférico te llevará hasta la cumbre; donde la vista de las montañas te dejará sin aliento. Podrás girar 360° sin nada que se interponga en tu camino, tan sólo las cumbres heladas: la Rocher Blanc, L?Eychauda (2659 msnm), el Monte Pelvoux (3946 msnm), la Tête de la Balme (2625 msnm), la Barre des Écrins (4102 msnm)? la lista es interminable.
Ahora sí estás listo para deslizarte por la nieve rodeado de este paisaje majestuoso, sintiendo el aire helado en tu rostro mientras escuchas el tronido de la nieve bajo los esquís. Después de recorrer pistas y pistas, hacia el final del día nada se compara a tomar una taza de chocolate caliente en cualquiera de las cafeterías, como Le Bovouac de la Casse, el Gran Alpe, Serre Ratier, L?Aravet, Fréjus, o Bachas.
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LECCIONES DE SNOW-KITE
Uno de los mejores lugares del mundo para aprender y practicar el snowkite es Col du Lauteret en Serre Chevalier, situado dentro del Parque Nacional de los Ecrins. A los pies de la Meije, una montaña espectacular de 3,983 msnm, donde se extienden valles y colinas de poca pendiente ideales para aprender este deporte extremo, que consiste en esquiar jalado por una cometa.
Los entusiastas del snow-kite ya tienen logros sorprendentes, desde un viaje al Polo Norte ida y vuelta, hasta aventuras Esquiar en un lugar tan enorme pasa factura. Detente en las cafeterías de las pistas por un rico chocolate caliente. impulsadas por cometas a través de Alaska y los Alpes.
Para practicarlo hay que saber esquiar o hacer snowboard y, luego, inscribirte en un curso donde te enseñarán cómo deslizarte con tu papalote y, lo más importante, las medidas de seguridad. Además, necesitarás agilidad, fuerza, coordinación, y claro, un poco de brisa para deslizarte. A cambio obtendrás emociones garantizadas, velocidad, mucha adrenalina y una forma diferente de descubrir las montañas jalado por una cometa.
CÓDIGO DE CONDUCTA
Las responsabilidades de un buen esquiador:
– Siempre estar en control para poder parar o esquivar otras personas u objetos.
– La gente delante de ti tiene preferencia. Es tu responsabilidad el mantener la distancia apropiada para evitar colisiones.
– No te detengas donde puedas obstruir en las pistas.
– Siempre que comiences a esquiar cuesta abajo o al entrar en la pista, mira hacia arriba y cede el paso a otros esquiadores mas experimentados.
– Evita que tu equipo se deteriore.
– Haz caso de todas las señales y sugerencias. No utilices las pistas o los lugares que permanecen cerrados.
Info: www.serrechevalier.com