Machu Picchu, un lugar conocido mundialmente por sus tesoros ancestrales y amplio legado cultural.
Aunque Machu Picchu es conocido mundialmente por sus tesoros ancestrales y amplio legado, pocas veces se menciona lo que es hoy en día; una atracción turística mundial.
Iniciamos el trayecto en Cuzco, evitando tomar el tren que hace el camino hasta la base de la ciudad milenaria (abordarlo puede llegar a costar hasta 300 dólares). Tomamos el altiplano de los Andes conocido también como el camino Inca, ruta que cruza por grandes ríos y valles erosionados hasta llegar al poblado de Ollantaytambo. Desde aquí se pueden presenciar las ruinas incas, asomándose entre las montañas donde la resistencia de esta civilización venció a los Españoles durante varias ocasiones.
Continuamos ascendiendo más de 5,000 msnm para cruzar por nieve y hielo hacia el poblado andino, lo cual redujo nuestra marcha a paso de tortuga. Aguantamos el frío -bajo cero- por algunos kilómetros hasta que descendimos por una espesa niebla hacia los lechos de ríos y climas más cálidos en la comunidad de Santa Marta. Desde aquí, un temible camino de lodo y acantilados nos llevó hasta Santa Teresa, el último poblado antes de Machu Picchu.
Desde Santa Teresa es necesario trasladarse hasta «Hidroeléctrica», penúltima parada y último lugar al que se puede llegar en auto o moto. A partir de aquí es posible tomar el tren, pero las políticas peruanas exigen que los extranjeros paguen 25 veces el precio original del boleto. Ante esta política, la mayoría de los visitantes deciden caminar los 12 kilómetros restantes hasta llegar a Aguascalientes, mejor conocido como el pueblo de Machu Picchu.