Recorre los deliciosos cafés y las interesantes calles de La Roma, una popular colonia en la Ciudad de México.
La Roma, como un barrio tomado por los nuevos hipsters chilangos, tiene de todo: tiendas de diseño skater hasta restaurantes que comienzan a apoderarse de la escena gastronómica capitalina, como el Máximo Bistró. Entre tantos lugares hay un pequeño establecimiento con aires franceses de aquella época: la porfiriana.
La panadería La puerta abierta (Colima 226), cuida hasta el último detalle, su pan es una garantía. Desde las focaccias que cambian de sabores, como las espolvoreadas con parmesano y romero hasta las que mezclan lo dulce y lo picoso del peperoncino o las galletas de maní y sus postres, el pan campesino o los deliciosos croissants e incluso panes elaborados especialmente para el cliente.
Entrar aquí es regresar a los orígenes de este producto donde comerlo era casi un rito.