Dosis de adrenalina para recorrer la carretera panorámica de Vancouver.
Los fundadores de Scenic Rush, Thom Boecker y Bryan Kohare, dicen ser las personas más afortunadas del mundo. Su negocio consiste en llevar a personas a disfrutar de la serpenteante carretera escénica que conecta el norte de Vancouver con Whistle en nada menos que autos deportivos que rondan los 200 mil dólares. Su idea nació de su pasión por los autos y de vivir una experiencia similar a la que existe en Las Vegas.
Antes de partir
Vístete en capas y con zapatos cómodos, además ve preparado con un rompevientos, lentes de sol y protector solar. El frío, la lluvia y la nieve son los fieles compañeros de esta región. Es necesario llevar tu licencia de manejo vigente y tu sentido común bien avispado. Los expertos recomiendan tener al menos cinco años de experiencia al volante.
Con el acelerador al fondo
La experiencia comienza en Eagle Harbour, donde están estacionados un Ferrari F430 Spider, un Lamborghini Gallardo, un Audi R8 y un Nissan GTR. Después de dejar la licencia y escuchar una plática introductoria, Thom explica cómo hacer funcionar a tu auto, pues no es un coche convencional. Controlar las velocidades y muchas otras funciones se hacen con botones del volante, se te pedirá jamás conducir en race mode. A pesar de que la velocidad máxima es de 100 km/h, se puede acelerar un poco más para sentir el poder del motor. En todo momento alguien del staff te guiará por radio.
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