La reconstitución lacustre del valle de Texcoco podría solucinar el problema de inundaciones que sufre la Ciudad de México.
Con las lluvias asolando el oriente de la zona metropolitana de la Ciudad de México, vale la pena recordar que sacar el agua no es la solución más plausible, aunque ha sido la única desde que Hernán Cortés decidió asentarse sobre Tenochtitlan, una zona lacustre rodeada por cinco grandes lagos.
En época de lluvias, lo escribíamos en «Una lucha contra natura» de la edición de abril de 2010, el 80 % del agua que llena los drenajes es de origen pluvial, por lo que sacar el agua se convierte en un verdadero problema. Por eso viene a cuento México. Ciudad Futura, libro publicado por Ediciones RM.
Un sistema de metabolismo urbano-ecológico es como podría resumirse la propuesta que los arquitectos Teodoro González de León y Alberto Kalach plantean en su proyecto Ciudad Futura, reconstitución lacustre del valle de Texcoco que permitiría recuperar la cuenca que acogía el Lago de Texcoco. De este modo, asegura Kalach, no sólo se mejoraría el medioambiente de la ciudad, sino que se controlarían las inundaciones que sufre la zona oriente de la ciudad de México, se tendría reserva de agua, se conduciría un desarrollo urbano planeado y se accedería a un vestigio natural e histórico.
México. Ciudad Futura desmenuza la propuesta en 13 apartados en los que, apoyados con fotografías, planos y proyecciones, se encara el proyecto desde una perspectiva no sólo urbanística, sino también histórica. Planteado originalmente hace 15 años, el proyecto sigue vigente, explica Teodoro González de León. «Cada año tiramos dos mil metros cúbicos de agua, más o menos, sólo el 7 % del agua se trata. Con los recursos naturales que hay no necesitaríamos importar agua, sino manejarla bien, dejar que se infiltre en las laderas del sur del valle para que no se erosione más. La edición de este libro la vamos a usar como instrumento de trabajo , como un resumen de cómo hemos, durante 15 años, actualizado este proyecto. Es lo que hay en este libro y sigue como una oferta para la sociedad».
Haría falta considerar muy en serio este proyecto. Se evitarían desembolsos millonarios anuales y, lo que es más importante, se evitaría poner en riesgo a la población, como ocurrió recientemente en los municipios de Nezahualcóyotl y Ecatepec.