Quienquiera que visite Barcelona debe incluir en su itinerario una degustación de cava y tapas en La Champañería, un pequeño local cuyo encanto no reside en la elegancia sino en la calidad.
El verdadero nombre de este establecimiento barcelonés tipo bodega es Can Paixano, aunque en realidad es popularmente conocido como La Champañería, ya que los barriles cava (el champagne catalán) apilados contra las paredes y los jamones colgados de las vigas, crean una atmósfera original de almacén de puerto.
El plato fuerte radica en la informalidad, ya que los clientes permanecen de pie bebiendo en medio de la multitud. Tampoco hay mesas ni camareros, sólo una barra de madera antigua donde los cantineros encargados del lugar atienden a los comensales que se hacen espacio para pedir bebidas, tapas o bocadillos. Sin embargo, además de la atmósfera original, lo más atractivo es el precio, ya que tanto las botellas de cava como las tapas que se sirven son lo suficientemente grandes para saciar el hambre y dar fuerzas para continuar bebiendo por pocos euros.
La Champañería esta localizada entre los barrios del Borne y la Barceloneta (en la calle Reina Cristina, 7) y aunque no hay un letrero en la entrada que indique su nombre, de lunes a sábados desde las 9:00 hasta las 22:30 horas presume de acoger a locales y extranjeros que recurren por lo general en grupo a disfrutar del más puro estilo español. Para quienes prefieran degustar de las delicias gastronómicas fuera del establecimiento, en el fondo del local, se encuentra una pequeña tienda delicatessen que vende todo tipo de especialidades locales, como quesos, bebidas y embutidos de la más alta calidad (www.canpaixano.com).