Considerada la tercera isla más grande del mundo, sus tierras dan hacia Indonesia, Brunei y Malasia. Este es una travesía por una de las regiones del sureste asiático más enigmática.
Los 74,500 kilómetros cuadrados de este territorio son compartidos por Indonesia, Brunei y Malasia, y mi aventura tuvo lugar en la parte malaya, que recorrí durante 15 días en vehículo todoterreno, a pie, en bicicleta y en botes tradicionales. Así exploré, bajo tierra y bajo el agua, primero, la región salvaje de Sabah conocida como «la Tierra debajo del viento», debido a que está por debajo de la zona de los tifones. Aquí, la imagen paradisiaca del sureste asiático se ha mantenido casi intacta. Sabah y Sarawak se caracterizan por su territorio montañoso con espesas junglas tropicales húmedas, está en el extremo norte de Borneo, muy próximo a las islas Filipinas.
Mi travesía empezó en la capital de Malasia, Kuala Lumpur, donde el paisaje está intervenido por las torres Petronas, de ahí volé a Kota Kinabalu, la capital de la provincia de Sabah; llamada comúnmente KK. Aquí me reuní con mis compañeros de expedición.
Sepilok
De Kota Kinabalu partimos a Sandakan; seis horas después llegamos al Centro de Rehabilitación de Orangutanes de Sepilok. La palabra malaya Orang utan significa hombre de la selva; según una leyenda antigua el humano y el orangután eran uno mismo, hoy pareciera que son enemigos, el humano ha perseguido y enjaulado a muchos orangutanes, que hoy encuentran refugio en este centro que busca reintegrar a estos animales a su vida salvaje. Aquí también se pueden observar macacos, monos de probocis y rinocerontes de Sumatra.
Reserva de Danum Valley
Después de la visita al santuario natural de Sepilok, manejamos tres horas hasta el poblado de Lahad Datu y de ahí a la reserva de Danum Valley. Poco a poco el asfalto se convirtió en tierra y nos fuimos internando en la jungla hasta llegar al bosque tropical más antiguo del planeta, donde hay árboles de más de 60 metros de altura.
Recorrimos 85 kilómetros antes de llegar al Borneo Rainforest Lodge, confieso que nunca imaginé lo que vi: un resort ecológico construido sobre palafitos para evitar la entrada de animales, a la orilla del río Danum, en el corazón de esta reserva natural establecida por la Fundación Yayasan Sabah y compañías privadas.
La reserva cubre una extensión de casi 44 mil hectáreas de selva donde se pueden observar los tualang (la especie de árbol tropical más grande del mundo). Esta jungla es hogar de 110 especies de mamíferos; 10 especies de primates, 275 especies de aves y numerosas de reptiles, anfibios, peces, miles de insectos y una infinidad de tipos de plantas como las raflesias (las flores más grandes del mundo).
Cada día se pueden realizar diversas caminatas y recorridos en bicicleta de montaña. Además, hay cerca de 50 kilómetros de senderos. El único pequeño inconveniente son las sanguijuelas. Pero la comodidad del lodge te hace olvidar todo: te despiertas con los ruidos de la selva, las comidas se sirven en una terraza ubicada frente al Río Danum bajo la copa de árboles de más de 60 metros de altura donde se pasean los orangutanes.
Cuevas de Gua Madai
La travesía continuó en las cuevas de Gua Madai, donde vimos trabajar a los recolectores de nidos de golondrinas. Este poblado es fascinante: gran parte está ubicado adentro de una caverna, donde vive la gente. Los hombres de este pueblo ejercen uno de los oficios más peligrosos del mundo: viven de la recolección de nidos de golondrina (no dejes de probar la sofisticada sopa de nido de golondrina). Los hombres escalan más de 70 metros por unas escaleras de bambúes sin ningún tipo de seguridad; es impresionante verlos trabajar en la negrura de las cavernas de Madai.
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Mar de Célebes
Dejamos atrás tierra firme, y en Kunak nos hicimos a la mar a bordo de embarcaciones locales en las que improvisamos nuestras propias velas para navegar y explorar las islas Tetagon y Pulau Sibuan, ubicadas en el Mar de Célebes, donde habitan los Bajau Laut o gitanos del mar (tribus nómadas de pescadores que viven en sus botes y navegan por el Mar de Sulu y el Mar Célebes, entre Filipinas y Borneo) que viajan sin rumbo fijo y se establecen durante cierto tiempo en alguna de las tantas islas donde construyen sus casas con hojas de palmera pescando su sustento diario en el mar y refrescándose la vida con el agua de los cocos.
Estos «nómadas del mar» habitan el sudeste asiático y forman varias comunidades de orang laut en las tierras inundables de los estuarios del estrecho de Malaca, entre el archipiélago de Riau y las islas Linga (Indonesia); los moken emigran al archipiélago Mergui (Myanmar) y los bajau a las islas Sulu (Filipinas), al este de Borneo y a toda la región oriental de Indonesia, en particular a las islas Sulawesi y las islas Flores. Cabe señalar que estos nómadas son considerados salvajes, paganos y poco dignos de confianza por el resto de la población. Se mueven de isla en isla sin rumbo fijo.
La vida de estos nómadas sigue el ritmo de los monzones. Cuando el mar está embravecido en la estación de las lluvias, buscan la protección de las costas. El mar para ellos es sinónimo de vida.
Semporna
Despues de un par de días acampando en las islas las cuales son verdaderos paraísos de arenas blancas bañadas por aguas cristalinas azules donde se levantan palmeras elegantes que me mueven a la voluntad del viento, llegamos a primera hora del día la ciudad de Semporna la luz matinal iluminaba y pintada de dorado las cúpulas de la Mezquita. Lo primero que hice al desembarcar en el muelle abarrotado, musulmanes, gitanos del mar y vendedores, entre otras personas, fue perderme por el mercado donde la gente iba y venía abriéndose paso por los estrechos pasillos donde cocinaban pinchos de pescado y demás comida callejera.
Estuvimos dos días en Semporna descansando y después partimos en un bote pequeño rumbo a las islas de Mabul y Sipadan, el paraíso para el buceo.
Mabul-Sipadan
Este es uno de los mejores lugares para bucear en el mundo, su posición geográfica la sitúa en el centro de uno de los hábitats submarinos más ricos del mundo el corazón de la cuenca Indo-Pacífica. Donde habitan más 3000 especies de peces y cientos de tipos de coral.
Durante tres días estuvimos buceando en las islas de Mabul, Sipadan y Kalapai existen diversos prestadores de servicios como el Sipadan Resort. Este cuenta con todas las comodidades y servicio de buceo; es excelente, cada día se realizan tres y cuatro buceos, todos diferentes. Durante nuestra estancia buceamos en una increíble pared submarina que se pierde hasta los 600 metros de profundidad, también recorrimos la tumba de las tortugas una caverna submarina en cuyo interior se encuentran muchos esqueletos de tortugas. Otros buceos que realizamos fueron en arrecifes de coral ideales para la macrofotografía donde además tuvimos encuentros con tortugas y tiburones. Asi es como finalicé esta increíble travesía por el salvaje y exótico territorio de Borneo.
CÓMO REALIZAR EL VIAJE
Se puede viajar por cuenta propia rentando un vehículo. Los caminos en Sabah son buenos pero pocos, y en algunos casos hay que manejar en terracería, especialmente para llegar a la Reserva de Danum Valley. También se puede contratar el viaje con una agencia especializada, que se encargue de organizar transporte, hoteles y comidas.
MÁS INFORMACIÓN
www.sabahtourism.com
www.visitborneo.com/
www.borneorainforestlodge.com/info/hotels.htm
BUCEO
www.sipadan-resort.com/
www.sipadan-mabul.com.my/