A 15 minutos del centro de Guadalajara, este tradicional pueblito alfarero tiene nuevas propuestas artísticas muy emocionantes.
Además de vender las típicas artesanías y vidrio soplado de Jalisco, las calles peatonales de Tlaquepaque, como Independencia, ahora albergan galerías y tiendas de vanguardia en lo que fueran mansiones de gente adinerada, sin dejar de evidenciar el sello mexicano. Después de visitar el centro y las principales atracciones como el Museo Regional de la Cerámica, el Jardín Hidalgo y la Parroquia de San Pedro, aparta una tarde para recorrer las galerías del pueblo, con el fin de conocer los espacios de estos artistas innovadores.
Entra a un patio surrealista
Entrar a este jardín-galería del sinaloense Sergio Bustamante es como leer la introducción de un cuento de ficción donde se presentan personajes con toda clase de cualidades fantásticas. Fuentes gigantes con caras de bronce brotan incrustadas desde las enredaderas, y figuras femeninas con ojos en la espalda parecen flotar bailando sobre el pasto. Todos los muebles de la galería interior están a la venta, desde los espejos y lámparas hasta las esculturas y la joyería.
Come en una galería gourmet
David Luna recién inauguró el restaurante Casa Luna y la tienda Orígenes en una casona sobre la calle Independencia, donde puedes refrescarte con una limonada de hierbabuena y un platillo de la nueva cocina mexicana, para después ver las lámparas que están a la venta que cuelgan por todo el espacio. Todas son diseñadas por David Luna, quien forja árboles de acero y les cuelga corazones rojos de vidrio soplado, pequeñas luces en forma de flor y lámparas de bronce en forma de estrella. Será casi inevitable que salgas de ahí con algún objerto, al menos con unos de sus coloridos portavelas artesanales. Los precios son razonables y el lugar recuerda a una galería marroquí.
Humor fluorescente
¿Qué pasa cuando un jalisciense y un holandés se juntan para hacer arte? Nada que quepa dentro de lo ordinario. La galería de Carlos & Albert vende esculturas para piscinas y espacios abiertos, como sus ya famosas ranas y tortugas hechas de fibra de vidrio de colores explosivos, y todo tipo de animales de safari que pueden estar manejando un Beetle o, como el rinoceronte Rhino Hilton, traer tacones, bolsas de boutique y los labios operados. Sus esculturas divertidas adornan la cadena de los Rainforest Café. Si no te resistes a uno de los soles o lunas luminosas que adornan las paredes, no te preocupes por el peso, aunque parecen de cerámica son hechos únicamente con papel maché.
Un Botero mexicano
En primera instancia, entrar a la galería del jalisciense Rodo Padilla recuerda al artista colombiano por estar repleta de esculturas de cerámica y bronce, grandes y pequeñitas, de hombres y mujeres regordetes. La gran diferencia es que en lugar de estar bailando tango como los gordos de los cuadros de Botero, estos están realizando actividades cotidianas y muy mexicanas, como las esculturas de vendedores en bicicleta con canastos de pan sobre la cabeza, los pescadores mayas y los viejitos durmiendo en una banqueta. De paso, es irresistible tomarse una foto con la escultura del mariachi rechoncho y sonriente sentado en la banca de la entrada.
LOGÍSTICA
Tlaquepaque está a 15 minutos en auto desde el centro de Guadalajara.
Casa de las Flores es un colorido Bed & Breakfast práctico y acogedor, con habitaciones dobles desde 95 dólares. Santos Degollado 175, (www.casadelasflores.com).
Galería Sergio Bustamante, Independencia 238, (www.sergiobustamante.com.mx).
Galería Carlos & Albert, Independencia 159, (www.carlosalbert.com). Tienda Orígenes y
Restaurante Casa Luna, Independencia 211.
Galería Rodo Padilla, Independencia 139, (www.rodopadilla.com.mx).