Atrévete a escalar montañas latinoamericanas.
El desafío que impone la montaña tiene una recompensa: contemplar paisajes maravillosos y vivir experiencias emocionantes. Una vez que te inicias en este deporte y coronas tus primeras cumbres empiezas a buscar nuevos retos y escalar montañas más altas y remotas.
En Latinoamérica las opciones para practicar este deporte son infinitas. En México las montañas y volcanes más altos son el volcán de Colima y de Fuego, el Nevado de Toluca, el Ajusco, Iztaccíhuatl, Popocatépetl, La Malinche, El Cofre de Perote y el Pico de Orizaba, que se localizan en la Cordillera de Anáhuac, también conocida como el Eje Transversal Neovolcánico. Esta cordillera corre a lo largo del Paralelo19 atravesando el territorio mexicano desde el Océano Pacífico hasta el Golfo de México, marcando un límite biogeográfico entre las regiones neártica y neotropical.
El otro sitio majestuoso que te proponemos para escalar y realizar expediciones más completas es la cordillera andina, la segunda más alta y larga del mundo, recorre 7500 kilómetros desde el Mar Caribe y hasta el Cabo de Hornos en Tierra del Fuego, atravesando Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y parte de Venezuela, y bordeando la costa del Océano Pacífico.
A continuación te presentamos las mejores opciones para escalar en América Latina.
Aconcagua. Ascender la montaña más alta de América es uno de los sueños de cualquier alpinista. El Aconcagua ?en lengua quechua Ackon Cahuac significa centinela de piedra, y en lengua aymara, centinela blanco? está ubicado en los Andes argentinos, en la provincia de Mendoza y es el paraíso. Se pueden hacer numerosas ascensiones a montañas de más de cinco mil metros de altitud o bien sólo caminar por las quebradas y glaciares en las faldas de las cumbres nevadas. Existen varias rutas para escalar, la más sencilla es conocida como la «vía normal» y no requiere demasiada técnica. No se requiere el uso de oxígeno artificial para ascender.
Otra opción no tan dura es la vía del glaciar de los Polacos, ubicada en el valle de las Vacas. Las rutas situadas al Sur y Suroeste son las más extremas, ahí está la Pared Sur (de tres mil metros de longitud).
LOS ANDES ECUATORIANOS, también conocidos como la Avenida de los volcanes, se dividen en dos cordilleras ?la Oriental y la Occidental? en las que hay cumbres de más de cinco mil metros de altura. Las principales montañas de la Cordillera Oriental son Cayambe (5790 m), Antisana (5704 m), Tungurahua (5016 m) y Sangay (5230 m). La Cordillera Occidental está rodeada de lagos y las cumbres más populares son: Chiles (4768 m), Cotacachi (4939 m), Illinizas Norte (5116 m) y Sur (5263 m), y el Chimborazo (6310 m), la más alta de Ecuador.
El volcán Cotopaxi es uno de los más bellos del mundo, y es parte del parque nacional que lleva su nombre, el más antiguo del Ecuador. Está cubierto por gigantescos glaciares y su nombre significa dulce cuello de sol, en lengua cayapa y garganta de fuego en lengua de Panzaleos.
Volcanes de México Iztaccíhuatl y Citlaltépetl. En México, la expedición más conocida es la «Trilogía Volcánica», que incluye al Iztaccíhuatl, el Citlaltépetl (también llamado Pico de Orizaba) y el Popocatépetl. Hoy día no se puede ascender a este último por su continua actividad volcánica.
El Iztaccíhuatl o La Mujer Dormida, está en el Parque Nacional Izta-Popo, en los límites del Estado de México, Puebla y Morelos, en el macizo montañoso denominado Sierra Nevada. Tiene una amplia variedad de rutas y vías de escalada desde caminatas sencillas, hasta duras escaladas en rampas y paredes de hielo y roca. Las cumbres más importantes del Iztaccíhuatl son los pies, las rodillas, la panza, el pecho y la cabeza, y las más difíciles son el Glaciar de Ayoloco, la rampa de Oñate, la arista de la Luz y las ubicadas en la Cabeza de la Iztaccíhuatl.
El Citlaltépetl es la cuarta cumbre más alta de Norteamérica y la más alta de México, alcanza una altura de 5747 m. Su nombre en náhuatl significa cerro de la estrella. Tiene tres principales rutas de aproximación; una por el pueblo de Tlachichuca, en Puebla; la segunda por Ciudad Serdán y la tercera por Coscomatepec, en Veracruz. Se aconseja llegar al Albergue de Piedra Grande (a 4260 metros sobre el nivel del mar, en la base de la montaña) para comenzar a ascender. Existen varias rutas de diferentes grados de dificultad. Las más conocidas son el Perfil del Diablo, en la cara sur; la Ruta Norte; la Ruta Espinoza, en la cara Occidental; y el Filo del Chichimeco, hacia el Oriente.
Tipos de escalada en hielo y ascensiones
Estilo Alpino. Consiste en ascender una montaña con la menor cantidad de equipo posible sin la ayuda de porteadores, donde cada alpinista carga con su propio equipo reducido al mínimo. Es la forma más ética de escalar una montaña, es la esencia pura del alpinismo.
Expedición. Escalada de montañas de ocho mil metros de altura. Requiere de una minuciosa planeación y dinero, exige por lo menos un mes de estadía. Las expediciones comerciales, organizadas por agencias de aventura, evitan problemas de logística, facilitan trámites burocráticos, permisos de ascensión, contratación de porteadores, suministros de combustible y alimentos. Las expediciones clásicas son: el Himalaya, el Aconcagua, el Monte Mckinley, en Alaska, y el Kilimnajaro, en la frontera de Kenia-Tanzania.
Condición física
La buena condición física y la buena aclimatación son determinantes. Si tu cuerpo no se aclimata a la altura, a la falta de oxígeno, nunca podrás alcanzar la cumbre y corres riesgos de edema pulmonar o un edema cerebral.
La aclimatación se consigue ascendiendo poco a poco a mayor altura. Empieza por alturas de tres mil metros y prácticas del manejo de cuerdas y nudos. Si empiezas a sentirte mareado, con dolor de cabeza, ganas de vomitar, debes bajar de inmediato.
Es recomendable practicar otros deportes complementarios como correr, natación, remo, escalada en roca, bicicleta de ruta y de montaña.