Los driles comparten un rasgo colorido con su primo, el mandril? ¿Puedes adivinar cuál es?
¿Alguna vez has conocido a alguien tan carismático que te preguntas: por qué no es famoso?
Eso pensamos del mono dril y por eso te lo presentamos.
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Los driles son tímidos; viven en una región de África muy reducida y apartada; y sus rostros no son tan coloridos como los de su primo el mandril, cuyo hocico azul y rojo lo distingue de inmediato. Por eso, los mandriles han sido exhibidos con mucha más frecuencia en los zoológicos, lo cual ha permitido que el público general los conozca mucho mejor, comenta Kathy Wood, de la Organización Tengwood, grupo para la conservación de primates que trabaja de manera específica con driles.
No obstante, los driles no se quedan atrás en términos de dramatismo.
Las caras renegridas de los driles están perfiladas de blanco, y lucen enormes en los machos debido a unas almohadillas de grasa en sus mejillas que no tienen los mandriles, explica James Higham, antropólogo de la Universidad de Nueva York, en un correo electrónico. Este contraste llamativo va rematado con una marca roja bajo el labio inferior, la cual parece lápiz labial mal aplicado.
Sin embargo, los driles no se quedan atrás, y su atrás es tan colorido como un huevo de Pascua.
?Los genitales de los machos son de colores rojo y lila ?informa Higham-. En la grupa llevan un arcoíris de lilas, azules, y púrpuras, parecido al que se observa en los mandriles?.
En un estudio de 2009, Higham y sus colegas demostraron que esos colores eran una señal de rango entre los machos, y que los de mayor rango lucían colores más intensos.
Las hembras son de un color pardo oscuro más mustio, y alcanzan apenas un tercio del tamaño de los machos.
Los driles viven en grupos sociales muy grandes con mucha comunicación visual, agrega Patti Frazier, cuidadora de los seis driles y demás primates del Zoológico de Atlanta. Esa comunicación incluye ?mostrar los dientes, como si sonrieran, casi siempre balanceando la cabeza adelante y atrás?.
Woods describe el gesto como una ?sonrisa de apaciguamiento?, y los driles y mandriles lo usan en situaciones tanto de calma como tensas. Además, los machos sonríen y chasquean los labios para atraer a las hembras que son parejas potenciales.
Los driles y los mandriles son monos grandes que pesan hasta 35 kilos, más o menos el peso de un golden retriever. Con cuerpos poderosos y colmillos de 5 centímetros, los machos tienen un aspecto feroz, señala Frazier, pero ?en realidad, los driles son animales tímidos? que viven en áreas densamente arboladas.
Y el espacio que ocupan en la Tierra es muy limitado.
Higham informa que los driles ?abarcan un área muy pequeña de África. Entre los ríos Sanaga y Cross River, en Camerún y Nigeria; y también en la isla de Bioko, parte de Guinea Ecuatorial?, y es difícil estudiarlos en ese ambiente tan apartado.
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¿Hola y adiós?
Otra razón de que sean tan poco conocidos es su escasa población.
?Por desgracia, los driles están en peligro de extinción ?dice Higham, y- según cálculos de censo, solo hay unos miles de individuos en la naturaleza?. La caza excesiva y la pérdida de hábitat son las principales presiones para esta especie, y un estudio de 2012, publicado en la revista Ecology and Evolution, sugirió que las tendencias del calentamiento global también podrían ser perjudiciales.
En The Mandrill: A case of Extreme Sexual Selection, Alan Dixson, biólogo de la Universidad de Victoria, afirma que los esfuerzos de conservación de Camerún serán importantes para el futuro de los driles.
Con suerte, los driles seguirán con nosotros mucho tiempo más. Por nuestra parte, nos alegra haber conocido a otro miembro de la familia.
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