En las mamás lémur, la respuesta es más simple y acertada que la que brinda un ultrasonido.
Docenas de mitos alrededor del embarazo buscan predecir si una madre va a tener un niño o una niña; hay quienes dicen que eso se puede saber por la forma del abultamiento abdominal de la mamá, o por el predominio de antojos de alimentos salados o dulces.
Sin embargo, ni el ultrasonido es siempre atinado.
Pero para los lémures, la respuesta está en el olor de la madre.
Investigadores de la Universidad de Duke sostienen que las mamás lemur que van a tener un macho huelen diferente de las que están gestando una hembra.
Los resultados representan la primera evidencia en una especie animal de que el olor de una madre embarazada difiere dependiendo del sexo de su bebé, explicó Christine Drea, profesora de antropología evolutiva en la Universidad de Duke.
Drea y el coautor Jeremy de Chase Crawford, de la Universidad de California en Berkeley, utilizaron hisopos de algodón para tomar muestras de secreciones con olor en las regiones genitales de 12 hembras lemur cola anillada del Duke Lemur Center en Durham, Carolina del Norte, antes y durante el embarazo.
Primates del tamaño de un gato y con largas colas de rayas blancas y negras, los lémures cola anillada producen un olor a almizcle al que los investigadores se refirieron jocosamente como ?eau de lémur?.
El olor distintivo es un complejo cóctel de feromonas y otros productos químicos que en estudios previos han demostrado su capacidad para transmitir información sobre el sexo, la fertilidad, y otras cualidades del animal.
En este último estudio, el análisis químico de cromatografía de gases y espectrometría de masas reveló que los cientos de ingredientes que componen el olor de cada hembra cambian durante el embarazo.
Las mamás lémur embarazadas emiten aromas más simples que contienen menos compuestos de olor en comparación con el aroma que tenían antes del embarazo ?un cambio que es más pronunciado cuando van a tener machos?, dijo Drea.
Los patrones se correlacionan con cambios en los niveles hormonales en la sangre, encontraron los investigadores.
Drea dijo que las hormonas cambian drásticamente durante el embarazo, y que niñas y niños afectan esas sustancias maternas en forma distinta. ?La diferencia entre los perfiles hormonales de las lémures embarazadas que van a tener machos y las que van a parir hembras es dramática?, dijo.
Los investigadores no saben aún porqué las lémures producen olores particularmente más simples cuando van a tener machos.
?Podría ser que al producir estos compuestos utilicen recursos que se dirigen a otro lugar mientras están embarazadas, especialmente si desde el punto de vista energético es más costoso para una hembra gestar un macho que una hembra?, añadió Drea.