Los animales atropellados no tienen que ser una pérdida total.
Animales atropellados. Percances. Tripas con pelos. Casi siempre se convierten en papilla, terminan a un lado de la carretera, o alguien los recoge y los destruye. Sin embargo, los animales muertos tienen mucho valor, desde científico hasta calórico.
Los animales atropellados hicieron noticia esta semana a raíz de que el biólogo polaco, Piotr Skorka, publicó una investigación sobre mariposas; mariposas atropelladas, específicamente. Él y su equipo recogieron una gran variedad de estos insectos, los congelaron, los dejaron sobre carreteras y arcenes (márgenes de las carreteras), y después regresaron para contar cuántos quedaban.
Hallaron que las mariposas más grandes y las que habían puesto en la superficie de las carreteras tenían más probabilidades de ser consumidas por carroñeros, tal vez porque eran más visibles.
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Pero ese estudio, publicado en Biological Conservation, no fue el primero en que los cadáveres de animales atropellados ayudaron a la ciencia. Esos cuerpos son útiles para obtener muestras de ADN, medir la acumulación de sustancias tóxicas en los animales, y realizar estudios anatómicos, por mencionar algunos ejemplos.
Estas son otras cuatro maneras como los animales atropellados ayudan a los científicos:
1. Alimentar a otros animales
Cuando un auto atropella a un animal, los depredadores pueden consumirlo, o también puede ser recolectado por algún servicio gubernamental, como el de sanidad o control animal. Después que dicho departamento limpia el cuerpo, casi siempre termina en un vertedero o un incinerador.
Sin embargo, hay carnívoros en cautiverio que tienen que comer, como los leones y tigres de zoológicos que se alimentan con carne de granjas donde matan animales específicamente destinados a servir de alimento. Entonces, ¿por qué no dar a esas fieras los animales atropellados?
Eso hace, a veces, el Parque Zoológico Seneca de Rochester, Nueva York.
Aunque sus leones, lobos, y demás animales suelen comer carne del proveedor tradicional, los cuidadores aceptan ciervos atropellados frescos de procedencia conocida. Si un policía u otra persona causa o presencia la muerte del animal, llama al zoológico.
Si bien la Asociación Estadounidense de Zoológicos ha descrito la alimentación con animales atropellados como ?una herramienta viable en buenos protocolos de gestión para muchas exhibiciones de carnívoros?, oficialmente desalienta el uso de esos restos ?a menos que pueda establecerse que provienen de una fuente segura?. Por ello, el Parque Zoológico Seneca sólo acepta ciervos atropellados que murieron hace menos de 10 horas, siempre que el personal del zoológico esté enterado de las circunstancias de la muerte, y los entrega a sus animales una vez que los veterinarios han revisado los cadáveres para descartar enfermedades y tumores.
Otra organización que usa animales atropellados como alimento es el Centro para Educación e Investigación de Lobos en Winchester, Ohio.
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Este oso hormiguero gigante murió atropellado cerca del Parque Nacional Emas, Brasil. Foto: Frans Lanting, National Geographic Creative
2. La granja de cuerpos
Los científicos forenses necesitan estudiar cadáveres para entender cómo se descomponen en distintas condiciones, a fin de hacer un cálculo preciso de cómo, cuándo y dónde murió una persona. Hay instalaciones que investigan la descomposición humana ?llamadas, coloquialmente, ?granjas de cuerpos?- donde la gente puede donar sus cadáveres al morir.
La Universidad de Boston (BU) prefiere dar a su granja de cuerpos el nombre de Instalación de Investigación Exterior. Y mientras los investigadores y estudiantes de posgrado esperan el permiso del presidente de BU para aceptar donaciones humanas, están estudiando la descomposición en cerdos, ratas y cualquier cadáver donado por la División de Pesca y Vida Silvestre de Massachusetts (DFW). La DFW tiene un congelador atiborrado de animales muertos, muchos de ellos atropellados.
?La investigación que llevamos a cabo en esta instalación es importante, porque está creando datos útiles para especialistas en contextos forenses?, dice Jon Bethard, profesor e investigador que trabaja en la Instalación de Investigación Exterior.
?Necesitamos saber cuánto demora un conjunto de restos en adquirir su aspecto… de modo que si tienes un caso forense, sabrás cuándo inicia tu investigación ?prosigue-. ¿Inicia hace cinco años? ¿Inicia hace 10 años??.
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Letreros y cercas pueden reducir la cantidad de víctimas en los caminos. Foto: Jason Edwards, National Geographic Creative
3. Evitar que atropellen más animales
En Massachusetts hay una organización denominada Linking Landscapes, a la cual puedes notificar sobre animales víctimas de accidentes vehiculares en carreteras. A veces, entregan el cadáver a quien esté haciendo alguna investigación con esa especie. Sin embargo, uno de sus objetivos principales es evitar más atropellamientos.
?Tratamos de entender la ecología del paisaje de la vida silvestre; es decir, a dónde se desplazan por el paisaje ?explica David Paulson, biólogo de la División de Pesca y Vida Silvestre, quien colabora con Linking Landscapes-. El objetivo de conservación es mejorar las condiciones de los cruces, con cercados o conductos. Todo este campo se conoce como ecología de caminos?.
En 2010, la organización registró 101 tortugas muertas en una intersección de la Ruta 119. En respuesta, Linking Landscapes puso de cercas para evitar que las tortugas cruzaran por allí. En 2012, la organización hizo otro estudio similar y solo halló 10 tortugas muertas en la misma unidad de tiempo.
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Una lechuza común fue atropellada en el Refugio Nacional para la Vida Salvaje de Klamath Basin, California. Foto: Frans Lanting, National Geographic Creative
4. Capturar depredadores para investigación
El Proyecto Puma del Área de la Bahía, en California, investiga la dieta, el movimiento y los patrones de caza de este gran felino. Para ello, tienen que capturar a los pumas para ponerles collares.
Los investigadores ponen trampas y como cebo, usan animales atropellados (casi siempre ciervos). Cuando llega un puma, le ponen el collar, lo liberan y luego, usan las coordenadas que envía el GPS del dispositivo para observar hacia dónde se dirige el animal. Si el puma sigue regresando a la misma zona, significa que hay algo muerto allí, y entonces los investigadores pueden ir a ver de qué está alimentándose el felino.
?Monitoreamos sus movimientos, revisamos sus sitios de caza ?informa Ally Nauer, bióloga del Proyecto Puma del Área de la Bahía-. Cuando analizamos los datos GPS buscamos lo que llamamos grupos. Si observamos que regresan al mismo lugar varios días seguidos, vamos investigar ese grupo, y casi siempre hay una presa?.
Al ver las presas a las que regresan los pumas, pueden entender mejor el tipo de animales que componen la dieta de este felino.
En general, recoger animales atropellados es ilegal en el estado, pero el Proyecto Puma del Área de la Bahía tiene un permiso de recolección emitido por el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California. Así que trabajan con equipos de recolección de animales atropellados para obtener cadáveres que, de lo contrario, serían incinerados.
Si ves un animal tendido junto al camino, puedes hacer varias cosas, dependiendo de dónde vivas. Puedes sacarlo de la carretera sin tocarlo, lo cual evitará que otros animales sean atropellados mientras consumen el cuerpo. En algunos estados, está permitido que lo recojas y lo consumas, si te apetece. De lo contrario, averigua si hay por allí un científico que esté estudiando a ese animal en particular o necesite alimento para sus carnívoros.
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