Hicieron falta más de 200,000 fotografías ?y un montón de suerte- para capturar una escena increíble en un botadero de cadáveres del Parque Nacional Grand Teton.
Para conseguir esta imagen, puse una trampa fotográfica activada por movimiento en un área donde los trabajadores del Parque Nacional Grand Teton a veces dejan cadáveres de animales atropellados. Quería conseguir imágenes de osos y lobos, con las montañas Teton como fondo. Durante los meses que la cámara estuvo allí, hizo alrededor de 200,000 imágenes.
Además de camuflar la caja que albergaba la cámara, no tomé otras precauciones para ocultarla de los osos y lobos que intentaba retratar. Como dependen más del olfato que de la vista, no habrían notado que estaba allí. Revisaba la cámara una vez por semana, con uno o dos de los guardas del parque, porque acercarse al almuerzo de un oso es muy peligroso.
Teníamos protocolos para aproximarnos desde el auto a la cámara sin arriesgar nuestras vidas o las vidas de los osos. La cámara, una Nikon D7100, cargada con dos tarjetas de 128GB, casi siempre estaba llena con imágenes de cuervos y buitres. Las revisaba en mi laptop, en el auto, donde guardaba las mejores y borraba las malas. Luego volvía a poner las tarjetas, revisaba las baterías, y nos íbamos.
Esta fotografía fue hecha una mañana, cuando un oso pardo macho adulto llegó corriendo para ahuyentar a los cuervos, y activó el sensor de movimiento que disparó la cámara.
Tan pronto como vi la foto del oso me sentí muy emocionado. Había tardado casi cinco meses en conseguir una imagen decente con aquella instalación. Es muy raro que me gusten mis imágenes, pero esta realmente me gustó, aunque no deja de molestarme ese cuervo de la parte superior, ¡el que está volando frente a la montaña Grand Teton!
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